La facultativa Mayte Álvarez junto a su hija el día de la graduación de la carrera de Medicina.
La idea de querer dedicarse a la
Medicina germinó muy pronto en la mente de la jefa de Sección de Hemostasia del Hospital Universitario de la Paz,
Mayte Álvarez. Desde niña,
su padre y su abuelo -facultativos los dos- dedicaban una parte de su tiempo a contarle
curiosidades sobre esta profesión. Unas enseñanzas que pronto verían sus resultados ya que Álvarez no tardó en
despertar su vocación hacia el sector de la salud y decantarse por hacer la carrera de Medicina.
Por esta razón, Álvarez ha asegurado a
Redacción Médica que
existe una relación “innegable”
entre la vocación de querer dedicarse a la Medicina y el
tener unos padres que se dediquen a ella. “A mí me influyó muchísimo. Es la profesión más bonita del mundo y eso se contagia. Cuando vi que podías ayudar a las personas y cómo luego te mostraban su agradecimiento, no tuve dudas de a lo que quería dedicarme”, ha reconocido.
Ahora, esta especialista
tiene dos hijas junto a otro médico. La primera de ellas, María Teresa Dávila,
acaba de terminar la carrera de Medicina, mientras que la hermana menor ha conseguido la puntuación necesaria
en selectividad para acceder a esta formación universitaria. “Nos hemos convertido en
una familia de médicos”, ha afirmado.
"Más de la mitad de los padres de sus compañeros son médicos"
La semana pasada se celebró la graduación de su hija y Álvarez quiso felicitarla publicando en Twitter una foto con ella dándole la enhorabuena por acabar la carrera. "Estoy super orgullosa de ti. Solo deseo que ser médico te haga tan feliz como me lo hace a mí", fueron las palabras que indicó en su mensaje.
Mientras se celebraba esta
graduación, Álvarez ha reconocido que se sorprendió gratamente de “l
a cantidad de hijos de médicos que había”. “Era impresionante, por lo menos eran casi la mitad de la clase”, ha subrayado.
“Al final, creo que cuando tus padres son médicos, siempre te planteas la opción de esta profesión. Ya te digo, yo en mi casa siempre le pedía a mi padre y a mi abuelo que me contarán más cosas sobre la Medicina porque me encantaba”, ha asegurado.
Que la vocación aparezca a unas
edades tan tempranas también t
iene una parte de truco. Así, Álvarez ha explicado que desde que su hija tenía dos años, le han intentado inculcar la importancia y la necesidad de la Medicina para ayudar a las personas.
Esperanza por que su hija se dedicase a la Medicina
“Cuando estaba en la guardería, su profesora nos decía que era muy lista y que podría dedicarse a lo que ella quisiese. Cuando escuchaba esas palabras solo podía pensar: “ojalá le guste la Medicina”, porque quieres para tu hija lo mejor, y yo quería que fuese igual de feliz que lo he sido yo con esta profesión”, ha destacado.
Aunque su hija “siempre quiso ser médico” había que
motivar esa decisión y la
madre de Álvarez fue clave para este objetivo. En
Navidades, la niña siempre encontraba un regalo de su abuela que
contenía un juguete relacionado con la salud.
“Por ejemplo, un año recibió un fonendo y un maletín de médico. Cuando fue creciendo, estos regalos se iban haciendo más adultos y al final se le regalaba juguetes más relacionados en aprender, como, por ejemplo, el cuerpo humano”, ha indicado.
"Recogía a mi hija de la guardería y tenía que volver al hospital. Allí, le fascinaban las herramientas con las que trabajaba"
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Eso le iba motivando poco a poco a querer seguir este destino. Pero no solo influían los regalos del Día de Reyes, también lo hacían
sus visitas al hospital donde trabajaba Álvarez. “Había veces que no me daba tiempo a terminar el trabajo y recogía a mi hija de la guardería y volvía a mi lugar de trabajo. Allí, le enseñaba las herramientas que utilizaba y a ella le fascinaban”, ha explicado.
Actualmente, el
ambiente familiar en su casa es “muy bueno”. El ser una familia de médicos con hijas que se quieren dedicar a esta profesión ha ayudado a
afianzar las relaciones entre ellos. “Compartir experiencias en la cena ayuda y además sabemos todos de lo que estamos hablando. Es muy bonito. Además, poder aconsejar en base a tu experiencia indudablemente te une", ha incidido.
De hecho, su hija, la facultativa
María Teresa Dávila, ha afirmado que sus padres le han ayudado, principalmente, en centrarse en lo que es "importante" de cara a su futura vida como médica en un hospital, y
no tanto en aspectos relacionados con sus estudios, como el detectar patrones en los síntomas de los pacientes para poder resolverlos cuanto antes y "no tener que irte por las ramas". "Al final, en la carrera damos un montón de enfermedades raras que no vamos a ver nunca", ha insistido.
Aún así, sus padres también han sido
mentores en determinados momentos para ayudarle con trabajos de la universidad. "Por ejemplo, me han enseñado a cómo dar puntos a un paciente de forma correcta para un examen porque, aunque teníamos vídeos que nos lo explicaban, no es lo mismo verlos que esté ahí tu padre ayudándote a hacerlo bien. Ayuda bastante", ha asegurado.
Álvarez se siente "muy orgullosa" de que sus hijas hayan dedicido hacer Medicina
Para concluir, Álvarez ha reconocido
lo orgullosa que está de sus dos hijas y de todas esas personas que
deciden hacer Medicina pese “a la dificultad que tiene su acceso hoy en día y las condiciones de hoy en día, sabiendo que no se van a hacer ricos con ella”.
“Hay una verdadera vocación en esta profesión. La gente lucha por entrar. Y solo quiero decirles que la sensación que te da la Medicina no te da ninguna otra. Es muy bonito coger la mano del paciente, decirle su nombre y que, solo con eso, ellos ya estén felices”, ha resaltado
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