Varios mutualistas critican la tendencia que ha empezado a establecerse dentro de la mutualidad

Los funcionarios ‘machacan’ la doble cobertura en Muface: "Es insolidario"
Fachada de Muface


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POR JULIA ROIZ
Dudas, incógnitas y falta de respuestas. Hace más de seis meses desde que Muface se sumió en la que probablemente sea la mayor crisis de historia. Un semestre marcado por protestas en las calles de varias ciudades, tres procesos licitadores, tres prórrogas o cartas de despedida (y de bienvenida). Casi cada día Muface ha estado en el punto de mira de la opinión pública, y la viabilidad de su modelo de asistencia sanitaria privada se ha puesto en entredicho. Aunque es otra la ‘batalla’ que se libra ahora dentro de la mutualidad, y más concretamente dentro del mutualismo.

Con el concierto enfilado hacia su firma, que está prevista en las próximas semanas, las quejas han empezado a asaltar entre los funcionarios públicos. Varios de ellos, en conversación con Redacción Médica, han hecho alusión a uno de los datos que ha desprendido el informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) sobre la eficacia y eficiencia de los sistemas de mutualidades en España. En él, además de tachar de ineficaces a Muface y a sus ‘hermanos’, Isfas y Mugeju, el organismo público destacaba un aspecto cada vez más común dentro del sector mutualista. El 30 por ciento de los usuarios del modelo disponen de una doble cobertura: están en el INSS (servicios autonómicos de salud) y pagan una póliza de un seguro privado por su cuenta.

Este hecho, enmarcado entre los hallazgos más relevantes del informe de la Airef, no ha sentado bien entre los funcionarios públicos. Mercedes Fernández (Campo de Gibraltar, 62 años) ha sido una de las primeras mutualistas en trasladar sus quejas a este periódico. “Es insolidario”, ha recalcado en relación a la tendencia que ha empezado a establecerse dentro de Muface. A ello, además, ha apuntado: “Nadie piensa en defender el concierto sanitario”.

La réplica de Fernández es común dentro del mutualismo adscrito al modelo de sanidad privada de Muface. “No están pensado en los que aún seguimos defendiendo nuestros derechos”, defiende Pedro Díez, nombre ficticio que utiliza un funcionario público como forma de anonimato. “La sanidad privada de Muface es un derecho adquirido por todos. Con este tipo de acciones lo único que se consigue es hundirnos más al resto”, acusa a ese 30 por ciento de los funcionarios públicos de la mutualidad con doble cobertura.

¿Por qué el 30 por ciento escoge la doble cobertura?


La combinación de la sanidad pública con una póliza de seguro privada es cada vez más común entre los mutualistas. Tal y como señala la Airef, la tendencia ha ido al alza, hasta alcanzar en 2023 ese 30 por ciento que opta por la doble cobertura. De hecho, el organismo perfila al tipo de funcionarios que escogen esta opción, de las que dice en su mayoría son mujeres, a lo que añade: “La correlación con el nivel de ingresos muestra una progresión ascendente, desde el 20 por ciento en rentas inferiores a 1.800 euros hasta alcanzar el 35,1 por ciento en el segmento superior a 3.900 euros”.

Hace unos días, este periódico se puso en contacto con varios funcionarios que utilizan esta doble cobertura. En su caso, aseguraron que esta elección se debe a que este modelo es bueno para “cosas muy concretas”, como las citas en especialidades o las bajas listas de espera. Para los casos más graves, prefieren la sanidad pública.

Muface afronta su futuro


La incertidumbre persigue a Muface. La mutualidad ha pasado más de seis meses sumida en la que probablemente sea la mayor crisis de su historia. Protestas, tres licitaciones y tres prórrogas han marcado uno de los semestres más intensos en el modelo de asistencia sanitaria privada de los funcionarios. Sus propios cimientos, construidos hace casi 50 años, se han tambaleado. Su desaparición, incluso, se ha puesto sobre la mesa en más de una ocasión.

Una compañía, DKV, se ha descolgado del modelo tres veces. Al tercer proceso licitador solo se presentaron Asisa y Adeslas, que también estuvieron en el último contrato de la mutualidad (de 2022 a 2024, y que ahora está en un momento de prórroga hasta finales de abril). Por tanto, y después de que la Dirección General de Muface resolviese que estas dos entidades iban a ser las adjudicatarias del nuevo contrato para el próximo trienio, valorado en más de 4.300 millones de euros.

Por tanto, Muface afronta la recta final de su crisis. El día de la firma se pondrá fin a más de seis meses de este trance histórico del mutualismo administrativo. Aunque puede que solo dure hasta 2027. Y es que desde el sector mutualista ya se habla de un ‘revival’ de esta etapa para entonces. Será entonces cuando pueda llegar la nueva ‘incógnita’ Muface.
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