Albert Esteban estudiante de Medicina.
Los
estudiantes de Medicina pueden parecer, a ojos del resto, 'confeccionados' bajo un mismo patrón. Los años de carrera y la exigencia de la misma hacen que de puertas para afuera arrojen una imagen parecida y, al mismo tiempo, que adopten comportamientos o manías similares dentro de la facultad o del centro sanitario en el que hagan sus
prácticas universitarias. Esto es lo que ha querido reflejar en su perfil de Instagram
Albert Esteban, un alumno de dicha titulación universitaria que ha aprovechado un 'trend' viral en esta y otras plataformas para mostrar a sus seguidores qué 'estereotipos' cumple como futuro médico.
El primero de los tópicos que ha dado por cierto está relacionado con la elevada
nota de corte necesaria tras la Ebau para acceder a esta titulación universitaria, ya que hacerse con una plaza en dicha formación no es tarea fácil y, por tanto, genera expectación.
"Me preguntan qué nota he sacado en selectividad siempre", asegura, dando a entender que cuando explica lo que estudia esta cuestión no suele pasar desapercibida. Seguidamente, quienes concocen la dedicación de Esteban caen en
prejuicios relativos a esta titulación universitaria. Concretamente, él observa a menudo suposiciones sobre su día a día fuera de lo académico. "Todo el mundo asume que no tengo vida social", asegura.
Estereotipos de estudiantes de Medicina
Pero incluso en su entorno más cercano, Esteban recibe
comentarios o consultas recurrentes relacionados con su carrera, especialmente relativos a la
salud de sus familiares y amigos. "Todos mis conocidos me envían sus analíticas para que les diga qué les pasa", sostiene. Un escenario en el que muchas veces asegura "no saber nada", puesto que
todavía no se ha graduado y, por tanto, le quedan muchos conocimientos por asimilar tanto de forma genérica como de
especialidades médicas. Sin embargo, también reconoce que da su opinión
cuando alguien le pregunta por su salud, pero que siempre recomienda que acuda al médico.
No obstante, Esteban reconoce que hay algunos tópicos sobre su profesión que sí se cumplen. Uno de los más extendidos es el de la caligrafía, que tal y como él mismo confirma empeora a medida que avanzan los cursos de la carrera de Medicina. "Empecé la carrera con una letra bonita, y la voy a acabar con
letra de médico", explica. Esta rapidez a la hora de escribir y memorizar conceptos solo se puede afrontar, en su opinión, "a base de café".
En el
ámbito de las prácticas, este estudiante admite haber utilizado el fonendo "para auscultar a todo lo que se mueve", aunque también reconoce que no siente esa misma autoridad cuando interactúa con otros sanitarios. De hecho, asegura sentir el
síndrome de la bata blanca, es decir, aumentar los nervios -y por tanto la tensión- al encontrarse en un contexto sanitario bajo la supervisión de médicos y / o enfermeras. Pero esta situación no es aislada para él, ya que desde que se matriculó por primera vez en esta titulación
la preocupación por su propia salud aumentó considerablemente. En sus propias palabras, desde que comenzó la carrera es "
hipocondríaco total".
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