"Soy médico, no esclava de una sanidad que vive de nuestro sufrimiento"

María, residente de segundo año, no ha dudado en relatar la tormentosa guardia que vivió hace unos días y ha vuelto a abrir el debate en redes sociales sobre "qué atención le puede proporcionar un profesional a un paciente a las cuatro de la mañana después de una día de trabajo sin descanso". 

La joven cuenta, mediante varios mensajes publicados en su cuenta de Twitter, que trabajó "ininterrumpidamente desde las 9 de la mañana hasta las 4 del día siguiente", y que durante esas 20 horas de servicio, tan "solo puedo descansar 30 minutos en una cama que previamente había usado un compañero".

La residente confiesa que estuvo "desde las nueve de la mañana viendo pacientes uno tras otro sin descanso". "No solo es que no pude darles el tiempo necesario a mis pacientes, sino que ellos se quejaban por el tiempo de espera, sin entender que nosotros estamos dando lo máximo llevando nuestro cuerpo a límites inaguantables", añade. 

@AsociacionMIRe Maria, 26 años. Residente de 2 año. En mi ultima guardia no dormí. Trabaje de 9am del domingo a 4am del lunes ININTERRUMPIDAMENTE. Me subí a “descansar” 30min en una cama que previamente había usado un compañero, para seguir trabajando hasta las 8am del lunes

— Qwerty (@OficialMai) August 31, 2022

Guardias médicas: "En 20 horas de servicio solo he descansado 30 minutos"

Además, en sus mensajes asegura que "tenían 88 pacientes para dos residentes de segundo año", matizando que para ella era su "primera guardia sin supervisión". "La gran mayoría de veces, los pacientes se amotinan en la sala de espera y la pagan con las únicas personas que están dando la cara y trabajando para ellos", insiste. 

"¿Qué culpa tendrá una residente, con nula experiencia, que esta dando lo mejor de sí misma, la falta de personal y las inútiles pero legales guardias de 24 horas?", se pregunta la facultativa, subrayando que la profesión médica es "un trabajo que requiere lucidez y, sobre todo, tiempo". Además, denuncia que "todos protestamos porque a nuestro padre no le han atendido como debían, pero nadie apoya las protestas de los médicos" y son tachados de "quejarse demasiado”.

Por último, la residente admite que "eligió ser médico, no esclava de una sociedad en la que la sanidad se sostiene con sufrimiento, tanto de pacientes como de sanitarios" e incide en que "no vale solo con que nos plantemos los residentes, es una cuestión de todos y una situación cada vez más insostenible". 

Al final, la gente protesta pero nadie es capaz de cambiar el sistema porque cuando ya ha fallado, es demasiado tarde para la gran mayoría, y entonces, “ya no merece la pena”.

— Qwerty (@OficialMai) August 31, 2022