Pau Donés en una entrevista con Redacción Médica.
Desde hace tres años el vocalista del grupo musical Jarabe de Palo,
Pau Donés, está
lidiando con lo que él llama 'el cangrejo', un cáncer de colon que ha llegado a apartarle de los escenarios pero del que siempre ha hablado "de la forma más natural posible" y que "no se merece que le tengamos tanto miedo".
Por eso, ha aprovechado este verano para dedicar una
emotiva carta a los
profesionales que le hacen el camino más llevadero, desde los médicos que "te quieren antes de conocerte" a las
enfermeras, que le han "devuelto la fe en la humanidad", puesto que ya no confiaba en que el ser humano hiciera cosas por altruismo.
"Son mis ídolos. Hacía años que no percibía un nivel de amor, generosidad y entrega similar"
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"Pero los profesionales que conocí en el hospital Vall d´Hebron me demostraron que están ahí
dejándose la vida para que otros estén bien. Me alucinó encontrar gente que da tanto sin esperar nada a cambio. ¡Ellos te quieren antes de conocerte! Y luego empiezan a cuidarte. Pero, de saque, lo que hacen es transmitirte un
amor que tú no esperas. Por eso les escribí
esta carta de agradecimiento. Son mis ídolos. Hacía años que no percibía un nivel de amor, generosidad y entrega similar", señala Donés.
Desde su experiencia, en los hospitales "además de gestionar la salud,
gestionan la vida y la muerte y, por tanto, el miedo", ya que "para un enfermo el
lenguaje no verbal es mucho más importante que la palabra". En detalles con médicos y enfermeras asegura que aprendió "que
se puede cuidar sin hablar".
En ese momento el cantante hace referencia a
la "gran inteligencia emocional" -además de los conocimientos técnicos- que requieren estos cuidadores, "tanto para tratar a los enfermos como para gestionar internamente lo que viven cada día. Por eso es fundamental el apoyo y la formación que se ofrece tanto a profesionales como a familiares".
Familiares y cuidadores de enfermos
Él mismo admite haberse dado cuenta de esta
importancia de cuidar a los familiares cuando estaba en el Hospital La Paz de Madrid participando en un programa de musicoterapia. Según explica, cuando convives con la enfermedad "tú sabes en todo momento lo que sientes", pero no así quienes
te cuidan, que "se preocupan mucho más si un día, por ejemplo, te ven con ojeras. Por eso hay que saber también comunicarles cuándo estás bien. El enfermo también puede ayudar al cuidador", añade.
Su reflexión termina asegurando que mientras llega el momento en que le digan que se acabó la enfermedad, "les diría a las personas con enfermedades crónicas que
tengan paciencia, que la vida sigue y que se puede vivir de forma apasionante". También se dirige a los cuidadores, ya que "aunque es una situación muy difícil, también es una manera estupenda de
demostrar amor a tu familiar, a tu amigo o a tu pareja. Hemos venido al mundo a cuidarnos los unos a los otros. Y si todos lo hiciéramos, el mundo iría mucho mejor", sentencia.
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