"Yo cuando pienso lo que aguantaba haciendo guardias allí, y lo que tengo ahora... En fin, no hay color. El año pasado comenté en el trabajo que tenía dolor de espalda y al día siguiente venía un señor a hacer valoración ergonómica para pedirme una silla nueva", detalla una médica de Familia que dejó España ya hace unos años para ejercer su profesión en este país nórdico.Lo de las camas calientes es de traca. En mi hospital en Suecia tengo habitación privada con baño y ducha. https://t.co/3y0u4fCDuR pic.twitter.com/bUY20VZBQs
— Albert P. (@alberMD) July 22, 2020
Yo cuando pienso lo que aguantaba haciendo guardias allí, y lo que tengo ahora... En fin, no hay color. El año pasado comenté en el trabajo que tenía dolor de espalda y al día siguiente venía un señor a hacer valoración ergonómica para pedirme una silla nueva. Y yo WTF .
— Laura Munro Dunham (@Cora_Munro) July 22, 2020
Hay sitios donde los adjuntos no tienen ni eso. Comparten habitación entre varios, da igual el género.
— Cris Ojeda-Thies (@ojedathies) July 22, 2020
He currado en sitios con habitaciones de adjuntos de 3, mezclando especialidades y hombres y mujeres. Lo mejor para hermanarse!!
"Es que es lo mínimo exigible ante un esfuerzo como el de las guardias. Además habría que revisar su duración en aquellas categorías en las que la atención activa sea prácticamente continua", apunta otra facultativa.De residente en atención primaria colchón en el suelo y de adjunto en hospital 3-4 personas en la misma habitación y el baño a cierta distancia o un baño supersucio y viejo que daba miedo entrar. Compartido, por supuesto
— maricarmen (@mcgallego9) July 22, 2020