La Navidad traspasa la pared del hospital: "Las vives con tu otra familia"

En estas fechas, los hospitales y centros de salud se engalan con las mejores decoraciones navideñas para hacer más llevadero la estancia de los pacientes, pero también la de los sanitarios que trabajan sin descanso en estos días tan señalados. Aunque los profesionales tienen recuerdos emotivos de navidades pasadas, es habitual que resalten el sobresfuerzo de esta época. "Debido a la circulación epidemiológica de los virus, estas fechas siempre son duras, con un significativo aumento de la demanda asistencial", cuenta Roi Piñeiro, pediatra en el Hospital de Villalba a Redacción Médica. 

"Ningún niño ni ninguna familia quiere visitar un hospital durante las fiestas", continúa. Al igual que ocurre con los sanitarios, "nadie prefiere estar trabajando en lugar de estar con su familia, por lo que se genera una complicidad entre las familias y los profesionales que solo ocurre durante estas fechas. Es complicado, pero al mismo tiempo tiene muchos momentos gratificantes. Así ha sido siempre nuestra profesión, y así lo seguirá siendo". 

Uno de los recuerdos de Piñeiro de estas fechas es cuando un padre acudió a urgencias con su hijo de cuatro años a las 23:30h de un 31 de diciembre. "Al niño no le pasaba nada. La madre había fallecido ese mismo año y no tenían más familia en la ciudad. Simplemente querían tomar las uvas con nosotros y agradecernos todo lo que habían hecho por la madre en el hospital, tras una larga lucha contra el cáncer. Fue muy emotivo. Son cosas que no se olvidan". 

Este pediatra cuenta además que desde el centro hospitalario se organiza un concurso de belenes, por el que están acostumbrados a recibir felicitaciones por parte de las familias, y otro de gastronomía relacionada con la Navidad. "De cara a los pacientes decoramos las salas del hospital con motivos navideños, organizamos conciertos de música y villancicos con voluntarios de la zona de la sierra y hacemos la tradicional entrega de regalos, donados por familias y otras instituciones, durante la fiesta de los Reyes Magos", detalla. Además, entre los compañeros organizas una comida de Navidad. 

"Enemigo invisible"

En el hospital canario donde trabaja el anestesiólogo Miguel Díaz también se organiza un concierto especial con un grupo musical emblemático, Los Sabandeños, y los sanitarios organizan una cena a mediados de diciembre, "a la que siempre suele acoplarse alguna otra especialidad afín a quirófano" y otra "de toda el área quirúrgica que tiene mucha aceptación". Por el contrario, no hacen amigo invisible; "más bien sería 'enemigo invisible'", bromea. Por su parte, Díaz, lamenta no tener "ningún recuerdo especial" y añora "el buen ambiente que había en su época de residente". "Alguno de esos años las guardias navideñas estaban bastante bien, pero ahora no es lo mismo y la verdad es que las relaciones han cambiado bastante. Cada uno va muy a su rollo y deseando irse de aquí cuanto antes", incide. 

Nochevieja de MIR en Reino Unido 

Por su parte, la médica de Familia Mónica Lalanda considera que su recuerdo más especial recae también en el último día del año. "Trabajé muchas nocheviejas en el Sistema Nacional de Salud (National Health Service) de Reino Unido cuando era residente para asegurarme Nochebuena y Reyes en familia", relata a este periódico."En la cultura inglesa no hay ninguna tradición especial para pasar de un año al otro pero yo nunca me resigné. Me llevaba un paquetito de 12 uvas, me escapaba a la sala de estar y con mi propio reloj me marcaba las campanadas a las 11 que eran las 12 hora española. Cosas de médico emigrante. Intuyo que ahora habrá miles como yo", apunta. 

Ilusión en una Navidad más libre de Covid-19 

Miguel Mansilla, MIR de segundo año de Dermatología en el Hospital La Fe de Valencia, se enfrenta a esta Navidad con ilusión tras pasar unas atípicas fiestas durante su primer año en la residencia por culpa del Covid-19. "Me tocó hacer guardia el 25 de diciembre. Me habían comentado que bajaría la afluencia hospitalaria en Urgencias, pero la realidad es que no fue así", expone. "Ese día, recuerdo que vinieron varios pacientes con problemas propios de Navidad y entre ellos una urticaria en un paciente que había tomado marisco la noche de antes y que esa misma tarde, cuando ya estaba bien, volvió a Urgencias para traernos unos bombones como agradecimiento a nuestro trato".

El residente explica a este periódico que durante estas fechas tan señaladas tratan de "disfrutar en la medida de lo posible y al final si te toca guardia o trabajar en días festivos, intentamos hacerlo lo más ameno posible, con cambios en el menú de las comidas. También tratamos de juntarnos un poco más y celebrarlo similar a 'en familia' con tu 'familia hospitalaria'". Así, este año han retomado "las comidas y cenas de Navidad de servicio que tanto se realizaban antaño, eventos muy bonitos para recapitular con todos tus compañeros lo mejor del año que terminamos y entrar con fuerza en el siguiente que nos viene".

Momentos para promover un ambiente positivo

En el centro de salud extremeño donde trabaja el médico de Familia Luis Tobajas también es típico que los pacientes hagan regalos a los sanitarios. "Permite a los pacientes expresar su gratitud y pude fortalece el vínculo médico-paciente. Además, los obsequios que se dan en estas fiestas navideñas pueden reflejar tradiciones culturales", cuenta y explica que los obsequios monetarios los redirigen "hacia organizaciones benéficas apropiadas". Entre los compañeros suelen organizar "una comida de navidad o incluso nos reunimos para tomar algún chocolate con churros”.