La estudiante de Enfermería afirma que el centro, al ser privado, no quería "mancharse las manos" si ocurría algo con un paciente.
Cuando una persona tiene vocación por su profesión, las ganas por aprender, formarse y mejorar cada día nacen solas, pero es fácil desencantarse si alguien te impide progresar por motivos que no compartes o te parecen injustos. Así es como el sueño de Francesca por
convertirse en enfermera se ha visto truncado tras ser
expulsada de un centro sociosanitario donde
cursaba las prácticas de primer año. ¿Los motivos? “
Luchar por aprender”.
Antes de llegar a este punto, esta estudiante había pasado por dos de los tres periodos de prácticas previos organizados por su universidad. En el primero realizó las actividades de una Técnico de Cuidados Auxiliares de Enfermería (
TCAE), en el segundo estuvo tres semanas formándose en un Centro de Atención Primaria (
CAP). Y, por último, tenía que aprender durante tres meses en el centro protagonista de la historia.
Ya en la primera semana la ilusión y motivación de esta estudiante se fueron mermando, ya que estuvo durante todo ese tiempo junto a
las TCAE haciendo higienes, camas y duchas. “Yo con esto
no tengo ningún problema porque también soy auxiliar y he estado trabajando en residencias,
no es esa mi queja, sino porque
yo ya me he formado en esta profesión y estoy pagando un pastizal en mi universidad, y con quien me gustaría estar
aprendiendo es con una enfermera. Ya no pido que durante las seis horas esté con ellas, sino por lo menos dos o tres horas observándolas. Solo
con eso ya sería feliz”, ha lamentado visiblemente triste en un vídeo publicado en TikTok.
Como la manera en la que la estaban formando no le cuadraba, Francesca se lo contó a su
tutora de la universidad, quien intentó ponerse en contacto con el centro para pedir explicaciones, pero
no obtuvo respuesta. “No le cogían las llamadas ni le respondían a los emails. Lo intentó varias veces y nada”, ha afirmado.
Desmotivación durante las prácticas de Enfermería
A partir de ese momento notaba que se iba desmotivando más y más durante sus prácticas. Lo que tendría que ser un momento plagado de curiosidad, nuevos retos y de afianzar esa idea de querer convertirse en enfermera, pasó a ser una
experiencia amarga. “Además había muchos desaires por parte de
Enfermería hacía mí”, ha reconocido.
A pesar de sentirse "mal", ese sentimiento no le impidió seguir trabajando y esforzándose como siempre lo había hecho. Pero lo que sí hacía era
quejarse sobre la situación, tanto a su profesora de la universidad como a la responsable de su formación.
Expulsión a una estudiante de Enfermería de prácticas
Esa situación se extendió hasta que una administrativa del centro llamó a Francesca para reunirse con ella y con su enfermera a cargo y, así, darle la noticia. “Me dijeron que
ya no podía continuar haciendo las prácticas en el centro porque era totalmente inadmisible que una estudiante de primero pudiese estar con una profesional de este sector, y que les parecía una
total irresponsabilidad”, ha afirmado.
Según cuenta, los motivos por los que le echaron eran porque "no admitían" que ella pudiese hacer procedimientos de Enfermería, “ni siquiera
glicemia o insulina”, y que había tenido “
una mala actitud”. “Mi única mala actitud fue
luchar por aprender. Y ya no solo por hacer, sino por observar”, ha subrayado.
"Mi única mala actitud fue luchar por aprender. Y ya no solo por hacer, sino por observar"
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Asimismo, también afirma que le dijeron que tener alumnos de prácticas
es un “lastre” y que ella debería estar “muy agradecida” por la oportunidad que le habían dado. Para concluir, Francesca afirma que, con este vídeo, lo que busca es mandar un mensaje a aquellas personas que tienen estudiantes a su cargo a que, "porfavor" les traten bien.
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