Pacientes en camilla en un hospital.
En estos días de
tensión política y social a raíz del
referéndum ilegal celebrado el pasado domingo en
Cataluña, la polarización es tal que, en ocasiones, parece que existen dos bandos antagónicos y uno no puede apoyar una causa sin reprobar la contraria. Y viceversa. De hecho, hasta los
farmacéuticos catalanes se han ofrecido a mediar entre Rajoy y Puigdemont. Sin embargo, surgen voces desde múltiples ámbitos que tratan de calmar los ánimos y devolver las aguas a su cauce. Como la de
Laura Moreno de Lara, una usuaria de
Facebook que ha publicado un
post en formato de carta que ha calado hondo en la red social, donde más de
150.000 perfiles la han compartido.
Se trata de una
redefinición del concepto de patriotismo, para lo cual destaca especialmente el sistema sanitario español. Para Laura,
ser un buen español “es enorgullecerte de ser el país ejemplo a nivel mundial en trasplantes”, así como
“querer que en tu país no haya pobreza, ni incultura, ni enfermos atendidos en pasillos del hospital”.
En su carta abierta, hace alusión igualmente a los clichés atávicos que acompañan al concepto de patriotismo en nuestro país. "No cariño, tú no eres español.
Ser español no es llevar la bandera, ni gritar como un berraco frases de odio que espero que no sientas. Tampoco lo es ponerse una pulserita en la muñeca, ni cantar el ‘Cara al sol’. El concepto de ser español es algo totalmente distinto, o al menos lo debería ser”, son las primeras líneas de su misiva.
Asimismo, hace un repaso a la
diversidad cultural y geográfica de nuestro país, elogiando cada una de las partes de España: “Ser español es arder cuando arde Doñana o temblar cuando tembló Lorca; es sentarte a escuchar historias de meigas en Galicia y llegar a creértelas; es ir a Valencia y no sentir rabia por leer un cartel en valenciano, sino que te agrade poder llegar a entenderlo y es presumir de que las Canarias nada tienen que envidiarle al Caribe”.
El texto íntegro
"No cariño, tú no eres español. Ser español no es llevar la bandera, ni gritar como un berraco frases de odio que espero que no sientas. Tampoco lo es ponerse una pulserita en la muñeca, ni cantar el cara al sol. El concepto de ser español es algo totalmente distinto, o al menos lo debería ser, porque a estas alturas de la historia yo ya no sé qué decirte.
Como española que soy, te voy a contar lo que para mí es ser español:
Ser español es arder cuando arde Doñana o temblar cuando tembló Lorca; es sentarte a escuchar historias de meigas en Galicia y llegar a creértelas; es ir a Valencia y no sentir rabia por leer un cartel en valenciano, sino que te agrade poder llegar a entenderlo y es presumir de que las Canarias nada tienen que envidiarle al Caribe.
Sentirse español es sufrir por no haber podido vivir la movida madrileña, enamorarte del mar al oír Mediterráneo de Serrat, es pedirle borracha a tu amiga catalana que te enseñe a bailar sardanas, querer ir a Albacete para comprobar si su feria es mejor que la de Málaga y sorprenderte al ver lo bonita que es Ceuta.
Para mí ser español es presumir de que en Andalucía tenemos playa, nieve y desierto; sentir casi mérito mío que un alicantino esté tan cerca de un Nobel, pedirle a un asturiano que me enseñe a escanciar la sidra y morirme de amor viendo las playas del País Vasco en Juego de Tronos.
También es española la cervecita de las 13.00, el orujo gallego, la siesta, el calimotxo, la paella, la tarta de Santiago, las croquetas de tu abuela y la tortilla de patatas. Lo son las ganas de mostrarle lo mejor de tu ciudad al que viene de fuera y que tú le preguntes por la suya; es hacerte amiga de un vasco y pedirle que te enseñe los números en euskera, por si pronto vuelves a por 2 ó 3 pintxos; es enorgullecerte de ser el país ejemplo a nivel mundial en trasplantes, de formar parte de la tierra de las mil culturas y de ser los del buen humor.
No hay nada más español que se te pongan los vellos de punta con una saeta o con una copla bien cantá, atardecer en las playas de Cádiz, descubrir casi sin querer calas paradisiacas en Mallorca, hacer el camino de Santiago en septiembre maldiciendo el frío o que Salamanca y Segovia te enseñen que no hay que ser grande para ser preciosa.
Así que, acho, picha, miarma, perla, tronco, tete, mi niño... eso es ser español, lo otro es política. Pero si de política quieres impregnar este concepto, también te vuelvo a decir que te equivocas: porque ser español no es desear que le partan la cara a nadie, es sufrir la situación de paro de tu vecino o el desahucio que has visto en la tele; ser español no es oprimir el SÍ o el NO de toda una comunidad autónoma, es indignarte cuando nos llaman gilipollas con cada nuevo caso de corrupción; ser un buen español es querer que en tu país no haya pobreza, ni incultura, ni enfermos atendidos en pasillos del hospital y, joder, querer quedarte aquí para trabajar y aportar todo lo que, durante tanto tiempo, precisamente aquí has aprendido.
Eso es ser español, o al menos, eso espero."
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