Ángela, recién
graduada en Enfermería, ha decidido utilizar sus redes sociales para enviar un mensaje a su profesora de matemáticas en bachillerato. La estudiante ha compartido la fotografía de su orla, donde se le puede ver con la banda de la Universitat Jaume I, acompañada del siguiente recado: “A mi profesora de mates que dijo que con mi media de bachiller no entraría a Enfermería. Besos y abrazos, reina”.
El tuit ha sido compartido por miles de estudiantes y
profesionales sanitarios que no han dudado en sumarse al mensaje y contar experiencias similares. “A mí me dijeron, despectivamente, que sería mejor si tenía dinero para pagarme la privada”, escribía una enfermera al respecto. “La vida da muchas vueltas, un día me tocó pinchar a una profesora que me había negado una matrícula”, respondía otra sanitaria.
"El desprecio a los sanitarios también se ve fuera de las aulas"
Un repercusión que, tal y como cuenta la estudiante a
Redacción Médica, "no esperaba en absoluto" y cuyos mensajes recibidos, "tanto los positivos como los negativos le han sorprendido". "Me llama la atención los comentarios criticando mi postura, ya que en ningún momento desprecio la carrera de Enfermería", explica la joven, añadiendo que "el menosprecio hacia los sanitarios también se ve en la vida cotidiana" y no solo en las aulas.
Además, la estudiante afirma que una vez terminado el grado, el balance que hace es muy "positivo".
"Es una carrera muy gratificante que me ha aportado muchos valores", confiesa, antes de admitir que "en España los profesionales de Enfermería tienen mucha suerte por la formación que reciben".
Por su parte, varios docentes también han querido responder a la joven y compartir su opinión sobre este tipo de situaciones. Mientras un profesor de Enfermería le daba la enhorabuena, asegurando que
“algunos maestros están mejor callados” y admitiendo que “no les pagan para adivinar el futuro de los estudiantes”, otro docente, esta vez de matemáticas, confesaba que "nadie tendría que hacer ese tipo de comentarios”. "Ya es bastante competitiva y dura la realidad como para sumarle futuribles”, escribía.
Por último, un cardiólogo señalaba en un mensaje que "hay que dejar que los jóvenes se planteen retos que les ilusionen" y que el deber del resto es "acompañarles en el éxito y también en las dificultades".
"Abandonemos ya el concepto fracaso", añadía.
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