Críticas por el intrusismo profesional en Nutrición: "Son TCA encubiertos"

Las redes sociales tienen una doble cara. Mientras que hay sanitarios que las utilizan para divulgar e informar con criterio sobre determinados aspectos de su profesión con rigor científico, hay otras personas que sin formación ni titulación deciden hablar de temas solo basándose en su experiencia personal. Es lo que ha criticado la psicóloga María Jesús Giménez, haciendo referencia aquellas personas que no tienen ninguna formación en Nutrición y crean contenido basándose en su experiencia personal. "Son TCA encubiertos", apunta. 

En este sentido, Giménez que está intentan ayudar a sus seguidores porque, en algún momento, han sufrido TCA y consideran que tienen los conocimientos suficientes para aconsejar a otras personas.Así, la psicóloga ha alegado que es algo negativo de cara a dar un correcto asesoramiento a quien lo necesita. "Poco se habla de los TCA encubiertos que hay en las cuentas de nutrición. Nuevas modalidades de tener una relación disfuncional con la comida", ha comentado la psicóloga.

Poco se habla de los TCA encubiertos que hay en las cuentas de nutrición. Nuevas modalidades de tener una relación disfuncional con la comida.

— Mª Jesús Giménez (@mjcaimari) September 9, 2024

"Los coaches nutricionales que superan el TCA"

El comentario de Giménez ha provocado la reacción de otros profesionales sanitarios, que comparten la idea de que es peligroso que estos coaches nutricionales den consejos e intenten ayudar a sus seguidores basándose en experiencias personales propias tras haber superado un desorden alimenticio

A raíz de esto, un psicólogo ha incidido en lo peligroso que puede resultar para el paciente el ser atendido por "los coaches nutricionales que se autodenominan así por haber superado, según ellos, uno o dos Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)".

TikTok da alas a los TCA

Las redes sociales son el lugar elegido por estos coaches nutricionales para difundir sus consejos y la más común es TikTok. Una investigación realizada por la Universidad de Vermont en Estados Unidos y publicada por PLOS One en 2022 reveló que el contenido más visto en esta red social relacionado con la comida, la nutrición y el peso perpetúa una cultura de dieta tóxica y posibles trastornos de conducta alimentaria (TCA) entre los adolescentes y jóvenes. Asimismo, la información de expertos está ausente en la mayoría de los vídeos.

El citado estudio, al que hicimos referencia en su día en Redacción Médica, reflejó que los vídeos más populares son los que glorifican la pérdida de peso y posicionan la comida como un medio para lograr la salud y delgadez.

Las redes sociales, un peligro para los TCA

En esta línea, Andrea Sánchez, psicóloga y directora de Ita Urgell, explicó a este medio en 2022 que "las redes sociales son una gran fuente de información para todos en nuestro día a día" pero que, en algunos casos, "puede generar un impacto dañino en los usuarios".

"Es una red social al alcance de todos, y cuando se publican ciertas cosas sobre el peso, la imagen o estética está muy dirigido a una población concreta. Cuando se habla de peso puede llegar a interpretarse que, un determinado peso, más allá de lo que se considere saludable a nivel médico, va asociado a aspectos como la felicidad, el amor o el deseo", añadió Sánchez sobre los peligros de estas plataformas.

Para la directora de Ita Urgell, es importante que la sociedad comprenda "que un Trastorno de Conducta Alimentaria es una mala gestión emocional que se traslada en comportamientos que tienen relación con la comida, el peso o el cuerpo" y que, "que “si se cree que un determinado peso le aportará algo positivo o le alejará de algo negativo, puede ser muy peligroso”.

Guía de Práctica Clínica sobre TCA

Por otro lado, desde el pasado mes de marzo, el ministerio de Sanidad trabaja en la actualización de la Guía de Práctica Clínica sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) "para adaptarla a los nuevos recursos de abordaje e investigación”. La revisión se enmarca en la estrategia del departamento de Mónica García para mejorar la detección temprana y el tratamiento de los problemas de salud mental.

Los cuatro objetivos que se marca el Ejecutivo en este sentido son formación de profesionales que estén en contacto con la población de riesgo como maestros, profesores, psicólogos escolares y farmacéuticos; formación de médicos de Atención Primaria para facilitar el diagnóstico precoz, brindar el tratamiento adecuado o derivar casos a especialistas; desarrollo de dispositivos asistenciales para proporcionar terapias y, por último, creación de un grupo de trabajo multidisciplinario e intersectorial a nivel nacional "para identificar acciones prioritarias en la promoción de la salud mental y la detección precoz de problemas de salud mental en la infancia y adolescencia".