18 nov. 2020 17:35H
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Los datos del Covid-19 en España continúan siendo preocupantes. Los recuentos diarios no dejan de arrojar nuevos fallecimientos en este mes de noviembre en el que se superaba la barrera de los 40.000 muertos y se alcanzaba el máximo diario de decesos en la segunda ola. Tras ocho meses de lucha, los profesionales sanitarios saben muy bien lo cruel que puede llegar a ser el virus y la huella, cada vez más grande y obtusa, que dejan todas esas víctimas. El horror vivido en estos meses, no impide sin embargo que imágenes como la que relataba este sanitario, se queden grabadas en la retina.
"Ver una madre y un padre abrazados, enfundados en un EPI, en una UCI despidiendo a su hijo fallecido por Covid-19 es desgarrador", explicaba este sanitario.
La de Carlos Elena es solo una de las muchas fotografías que deja esta pandemia en hospitales y centros de salud a diario. Rosa, médica intensivista, compartía una de las situaciones más dolorosas con las que tienen que lidiar los profesionales: "Informar por teléfono a una mujer de que su marido ha fallecido después de muchos días luchando y tragarte las lágrimas porque a los 5 min llega otro ingreso".
Ese mismo día, Tamara acababa de perder un paciente querido. "Uno de esos a los que tienes un cariño especial, que me regalaba sonrisas en la consulta, hablábamos de su diabetes y de la vida...Y voy a echarle de menos", se despedía con tristeza. El paciente que perdió Elia tenía 29 años. "Podría ser cualquiera de mis primos o de mis amigos. Solo de pensarlo me dan escalofríos", explicaba. Aunque la muerte es un elemento presente en la profesión sanitaria, esta enfermera confiesa que nunca se llega a estar preparado del todo. "Durante la carrera nunca nos preparan lo suficiente para estas situaciones", reconoce.
Todas estas experiencias hacen que la "mochila" de sanitarios y sanitarias sea cada vez más pesada. En estos términos se refería María a la pesada carga que soportan los profesionales al tener que lidiar con la pérdida de cientos de personas y el dolor de sus familias. "Esa es y será nuestra mochila. Todas y cada una de las muertes de esta pandemia, todas y cada una de las familias desoladas por la pérdida, serán la mochila de nuestra sociedad entera".
El dolor a veces es incluso insportable tal y como contaba esta usuaria, que ve "casi imposible" superar tantas situaciones complicadas. "Llegar a casa después de un turno agotador y no poder subir a casa. Estar en el coche llorando por tanta desgracia y sentir tal impotencia que ahoga mi garganta. Va a ser muy difícil superar tantas situaciones complicadas... Casi imposible".
"Si no se duerme más de 4 h desde abril y nos despertamos sobresaltados, esto se nos va a quedar en la memoria", afirmaba otra usuaria en esta línea.
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