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6 ago. 2020 12:46H
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MADRID, 6 (EUROPA PRESS)

Científicos del Instituto de Investigación Infantil Stanley Manne del Hospital Infantil Ann & Robert H. Lurie de Chicago (Estados Unidos) han descubierto que un conjunto de genes con una expresión disminuida en las personas con síndrome de Down puede conducir a anormalidades clínicas en esta población, tales como un desarrollo muscular deficiente y problemas de válvulas cardíacas. El deterioro de estos mismos genes también puede proteger a las personas con síndrome de Down de desarrollar tumores sólidos, según detallan en un artículo publicado en la revista 'Scientific Reports'.

"Nuestros prometedores datos preliminares tienen un gran potencial para el desarrollo de terapias genéticas que inhiban el crecimiento de tumores sólidos en la población general. Nuestros hallazgos también pueden proporcionar objetivos genéticos para terapias dirigidas a aliviar las anormalidades clínicas en personas con síndrome de Down", explica la autora principal del estudio, Yekaterina Galat.

El síndrome de Down es un desorden genético congénito que está asociado con el deterioro cognitivo, la reducción del tono muscular, los defectos cardíacos y otras anomalías clínicas. Al mismo tiempo, tienen una menor prevalencia de formación de tumores sólidos.

En el estudio se utilizaron muestras de piel de dos pacientes con síndrome de Down para crear células madre pluripotentes inducidas que luego se diferenciaron en células endoteliales, que construyen los vasos sanguíneos y el sistema vascular, y en células mesodérmicas, que son responsables del desarrollo de los tejidos conectivos y los músculos.

Estudiando el papel de estos genes en las vías bioquímicas relevantes para el desarrollo de tumores sólidos, descubrieron que la disminución de la expresión de dichos genes interfiere en los procesos necesarios para la formación y el crecimiento de tumores sólidos. Estos genes producen un impedimento para el movimiento de las células, una proliferación más lenta y una respuesta inflamatoria reducida, creando un microambiente que no es propicio para los tumores sólidos. A continuación se realizaron análisis de todo el genoma para confirmar estos hallazgos, utilizando datos disponibles públicamente de 11.000 pacientes.

"Cuando realizamos los análisis genómicos comparando las líneas celulares mesodérmicas y endoteliales, nos sorprendió descubrir que la trisomía 21 afectaba a la expresión génica en todo el genoma. Además, la disminución de la expresión de los genes que estudiamos fue consistente, y la gran extensión de su disminución también fue notable. Esta significativa regulación a la baja crea potencialmente condiciones opuestas a las que los tumores sólidos necesitarían para afianzarse". Así que en cierto modo, el síndrome de Down nos proporciona un lente no tradicional para estudiar el desarrollo del cáncer", detalla otra de las autoras, Mariana Perepitchka.

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