MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Científicos de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y del Instituto de Investigación del Noroeste del Pacífico en Seattle (Estados Unidos) han desarrollado un método de combinación de múltiples factores que podrían influir en la probabilidad de que un niño desarrolle diabetes tipo 1. El enfoque de puntuación de riesgo combinado incorpora la genética, factores clínicos como la historia familiar de la diabetes, y su recuento de autoanticuerpos de los islotes, biomarcadores que se sabe que están implicados en la diabetes de tipo 1.
Científicos de siete centros internacionales han hecho un seguimiento de 7.798 niños con alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 1 desde su nacimiento, durante nueve años, en el Estudio de los Determinantes Ambientales de la Diabetes en los Jóvenes ('TEDDY'). El trabajo es un gran estudio internacional financiado principalmente por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), así como por la organización benéfica JDRF.
En una investigación publicada en la revista 'Nature Medicine', este equipo de investigación, utilizando los datos de 'TEDDY', encontró que el nuevo enfoque combinado mejoró dramáticamente la predicción de qué niños desarrollarían diabetes tipo 1, permitiendo potencialmente un mejor asesoramiento del riesgo de diabetes de las familias.
Lo más importante es que el nuevo enfoque duplicó la eficacia de los programas de detección de recién nacidos para prevenir la condición potencialmente mortal de la cetoacidosis, consecuencia de la diabetes de tipo 1, en la que la deficiencia de insulina hace que la sangre se vuelva demasiado ácida. La identificación de los niños que corren mayor riesgo también beneficiará a los ensayos clínicos sobre medicamentos que se están mostrando prometedores en la prevención de la afección.
"Actualmente, el 40 por ciento de los niños a los que se les diagnostica diabetes de tipo 1 tienen la grave complicación de la cetoacidosis. Para los muy jóvenes esto es una amenaza para su vida, lo que resulta en largas e intensas hospitalizaciones y en algunos casos incluso parálisis o muerte. Usando nuestro nuevo enfoque combinado para identificar qué bebés desarrollarán diabetes podemos prevenir estas tragedias, y asegurarnos de que los niños estén en el camino correcto de tratamiento más temprano en la vida, lo que significa una mejor salud", destaca Lauric Ferrat, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter.