MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Un plan pionero de Medicina Física y Rehabilitación en pacientes Covid-19 puesto en marcha en el Hospital Quirón Salud Sur de Alcorcón (Madrid) en marzo de 2020 y en el Hospital Universitario de Móstoles (Madrid) en agosto de 2020 está demostrando buenos resultados para contribuir a la pronta recuperación y a evitar complicaciones respiratorias y de circulación de la sangre en pacientes Covid-19 que no están en situación crítica.
El plan, que está basado en la telemedicina mediante la prescripción de ejercicios para que el paciente los ejecute de forma autónoma, busca movilizar los pulmones y el flujo sanguíneo en aras de lograr una mejor oxigenación de todas las células del organismo, y en concreto de los órganos afectados por el virus, ayudando de esta forma a obtener un mejor pronóstico de la enfermedad.
Los beneficios del plan, que lleva por nombre Plan de Recuperación y Optimización Funcional para pacientes ingresados no críticos por Covid-19, han sido presentados durante el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) que se ha celebrado recientemente.
La presentación ha sido realizada por el diseñador del programa: el doctor Fernando Serrano, jefe del servicio de Rehabilitación del Hospital Quirón Salud Sur de Alcorcón (Madrid) y del Hospital Universitario de Móstoles (Madrid), quién ha sido el médico rehabilitador del rey emérito Juan Carlos desde 2013 y hasta el año pasado.
Durante su intervención, el especialista ha señalado que el programa nació en marzo de 2020 de la "necesidad" y que "no se trata de un programa convencional de Rehabilitación a través de prescripción de fisioterapia, sino de pautar a los pacientes de forma personalizada ejercicios de rehabilitación respiratoria y de activación de la circulación sanguínea".
El plan contempla un programa de rehabilitación respiratoria y activación vascular que el médico rehabilitador prescribe en coordinación y con el seguimiento de Enfermería y Medicina Interna. "Una vez que enseñamos al paciente cómo y qué ejercicios ha de realizar, siempre ajustados a la capacidad de cada persona, comienza a desarrollarlos de forma sencilla y autónoma en el propio hospital y posteriormente en su casa cuando existe una clara mejoría y disminución de posibles complicaciones de la enfermedad", explcia.
Así, el programa se completa con hojas de ayuda cognitiva y con vídeos de apoyo para los pacientes que le facilitamos en las televisiones del hospital y están colgados de Youtube.
¿EN QUÉ CONSISTE?
Los ejercicios de activación vascular persiguen aumentar levemente la frecuencia cardíaca y el gasto cardíaco para que de esta forma llegue más oxígeno a las células del cuerpo y evitar también posibles complicaciones. Al mover la sangre no se forman trombos y no hay desenlace fatal.
Y al mover los pulmones se mantiene la vida tisular (el trofismo), aumenta la ventilación y el oxígeno disponible; en definitiva aumenta su capacidad de funcionamiento. Tampoco se encharcan ni se tornan rígidos. De esta forma, conseguimos que la estancia media de los pacientes sea más corta y protegemos las camas de UCI.
"Lo que buscamos con este plan de rehabilitación es llevar al virus a un marco que no le gusta. El virus te va al pulmón y te lo inutiliza, no quiere que muevas el pulmón. ¿Qué hacemos nosotros? Mover el pulmón. Al virus le encanta que no se mueva la sangre. ¿Qué hacemos nosotros? Mover la sangre. Si movemos el pulmón entra más oxígeno y hay más oxígeno a disposición de las células del cuerpo (también las de defensa). Si movemos la sangre, cogemos este oxígeno extra y lo llevamos a las células. Es una acción proactiva contra el virus. No vamos detrás de él. Lo sacamos fuera de su zona de confort y lo ponemos en un marco diferente", ha destacado el experto.
El doctor Fernando Serrano ha explicado que el desarrollo del programa tiene una base de consulta y seguimiento a distancia por parte del personal sanitario para evitar contagios con un circuito no presencial que consta de una interconsulta telefónica. "El hecho de tener un circuito no presencial preserva que haya menos gente en la cadena de contagio y busca la participación activa del paciente. Tiene deberes. A los 30-40 segundos de hacer el ejercicio respiratorio, coge el pulsioxímetro y ve cómo la saturación de oxígeno sube entre 2 y 4 puntos y le anima a seguir", señala.
"El hecho de que sea telemático nos posiciona de cara al futuro. Cuando acabe la fase aguda del coronavirus va a haber muchísima gente que va a quedar con síntomas y secuelas de larga duración. Estos se van a añadir a la ingente cantidad de pacientes que tenemos. Con el enfoque tradicional que tenemos no es posible atender ese volumen, por lo que debemos considerar seriamente nuevos enfoques que contemplen la telemedicina como una herramienta complementaria de nuestro quehacer médico", ha evidenciado.
En este contexto, ha afirmado, además, que "el programa anima a los pacientes para que sean los instructores de sus amigos y familiares, y también les invita a participar aunque no tengan el virus porque les ayudará a preparar y a fortalecer los pulmones y la circulación sanguínea por si se infectan y tienen complicaciones".