MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
Un grupo de investigadores de la Universidad ITMO de San Petersburgo (Rusia) y la compañía Knomics ha elaborado un estudio, apoyado por la empresa PepsiCo R&B Inc, sobre cómo una dieta rica en lácteos con probióticos influye en el aumento de las bacterias intestinales beneficiosas.
La investigación, cuyos resultados han sido publicados en la revista 'Nutrients', ha confirmado que el estado del microbioma intestinal afecta a la salud humana.
Por ello, tanto el estudio del microbiona como la búsqueda de formas para influir en él eran urgentes. Los científicos de la Universidad ITMO han intentado resolver este vacío utilizando el análisis de metagenome: los datos obtenidos de las secuencias genéticas de los miembros de la comunidad microbiana intestinal.
En este trabajo, los científicos han aplicado la secuenciación del gen microbiano 16S rRNA para mostrar cómo la microbiota intestinal responde al consumo regular de productos lácteos con probióticos. El resultado ha sido que esta dieta ha aumentado la presencia de bifidobacterias beneficiosas que ayudan a metabolizar la lactosa y producir vitaminas y aminoácidos. Estas bacterias tienen efectos positivos para resistir enfermedades inflamatorias, trastornos hormonales y cardiovasculares.
El estudio ha contado con la participación de 150 voluntarios sanos que han consumido 125 mililitros de yogur con probióticos por la mañana y por la noche durante 30 días. Los análisis han mostrado un cambio en la proporción de diferentes tipos de microbios. En función de la composición basal de la microbiota, los cambios han sido diferentes, pero en cualquier caso positivos.
"El microbioma de cada persona tiene características individuales, por lo tanto, responde a la dieta de manera diferente. Sin embargo, analizando el estado basal del microbioma, podemos predecir cómo este responderá a la dieta. Esto se puede utilizar para desarrollar esquemas de nutrición personalizados que ayudarán a mejorar la condición de vida de una persona en particular", ha concluido Alexander Tyakht, investigador de la Universidad ITMO.