La asignación de plazas MIR se iniciará el 5 de mayo.
Cinco años después, el
Ministerio de Sanidad vuelve a abrir sus puertas para que una nueva ‘hornada’ de
MIR, EIR y demás especialistas sanitarios en formación
escojan su plaza de manera presencial. La cuenta atrás ha comenzado, pues faltan apenas un puñado de días para que se
inicie la asignación de puestos de médico residente. Son jornadas en las que afloran los nervios y no solo en los jóvenes sino también entre los profesionales de la propia sede, que a lo largo de las últimas semanas han venido ultimando los preparativos para que todo avance de la manera más fluida posible. No siempre es fácil, bien por problemas técnicos o informáticos, o bien por la necesidad de resolver pequeñas ‘crisis’ de los futuros
residentes MIR. En sus años de experiencia,
Ana Isabel Carrión ha visto (casi) de todo: desde mareos a protestas, caos con los ordenadores e incluso gente recién llegada del hospital que no estaba dispuesta a perder su puesto.
“Todo ha salido siempre bien y los comportamientos han sido bastante ejemplares, aunque siempre hay aspirantes a los que
hay que arropar un poco más”, comienza Carrión, encargada del área de Negociado en la Subdirección General de Formación y Ordenación Profesional, quien incide en que los MIR son, a grandes rasgos,
“gente tranquila y obediente”. Pero es cierto que en estos
días de asignación de plazas de residencia se juegan buena parte de su proyecto profesional, por lo que es inevitable que de vez en cuando se produzcan algunas situaciones ‘singulares’.
"Un aspirante recién operado pidió que le dieran el alta y llegó en silla de ruedas y con el vendaje puesto. Una locura"
|
A Ana Isabel Carrión se le quedó marcado, entre otros, el caso de un chico que llegó en silla de ruedas “recién operado” de una pierna. “Había pedido él mismo que le dieran de alta ese día y venía con el vendaje puesto”. Era, reconoce, “una locura”, pero “se fue contento y con su plaza”. “Lógicamente,
nos tenía a todos expectantes para que no le pasase nada”, subraya.
Calor, nervios y jornadas eternas en la selección MIR
En la sala Ernest Lluch del Ministerio de Sanidad, donde habitualmente tiene lugar el
proceso de adjudicación de plazas de Formación Sanitaria Especializada (FSE), se ha visto también más de un desvanecimiento, especialmente cuando el proceso de adjudicación de
quienes han superado el examen MIR se dilata en el tiempo y el calor aprieta, como es habitual en los meses de abril y mayo en la capital española.
“Hubo un año que se alargó mucho y que hizo mucha calor -recuerda-. Un aspirante que vino además en ayunas y después de hacer un viaje en avión, porque venía de las islas, y lógicamente se mareó, y como su caso hay muchos”. Para este tipo de situaciones, el Ministerio de Sanidad dispone de un
nutrido equipo de Medicina y Enfermería que evita males mayores y que protege especialmente a jóvenes ‘vulnerables’, como embarazadas “o incluso alguna chica que hacía poco había dado a luz y que se presentó para poder pedir su plaza”. En estos casos, es habitual que se les deje “unos pocos minutos más para que
estén calmados y piensen bien la plaza que se quieren asignar”.
"Antes el departamento era más grande y había muchos voluntarios, pero este año hemos tenido que reorganizarnos"
|
Cosa aparte es que los equipos informáticos ‘acompañen’ y funcionen como es debido. “Si el sistema se cae, se tiene que reiniciar y comienza a pasar el tiempo”, asume la funcionaria, quien considera que uno de los momentos ‘críticos’ es cuando empieza a sonar el aviso por megafonía para
informar a los MIR. La tensión, añade, crece a medida que pasan las jornadas, dado que el número de plazas va menguando y arraiga la impaciencia, lo que deriva en pequeñas protestas.
“Hay veces que no queda otra que esperar -relata-. Muchos se quejan porque dicen que se tienen que ir, que
tienen sacado un billete de tren o algo… pero
aquí se sabe cuándo entra uno, pero no cuando se va a salir”.
"En la adjudicación de plazas se sabe cuándo entra uno, pero no cuando se va a salir"
|
Más oferta y menos 'mano de obra' en la adjudicación MIR
En lo que atañe a la
organización del evento, la propia Carrión avanza que
será “muy semejante” a la de años atrás, aunque en esta edición hay pequeños cambios y también algún obstáculo añadido. Más allá de que haya “muchas caras nuevas” en la plantilla, Inocencia Sánchez, jefa de servicio en la citada Subdirección General de Formación y Ordenación del Ministerio de Sanidad, hace hincapié en que en cada edición de FSE la oferta es mayor, “y por tanto cada es necesario más apoyo de personal, pero no hay suficiente”.
“Antes el departamento era más grande y además venía mucha gente a
ayudar de otras áreas, ahora nos ha pillado un poco a desmano y nos hemos tenido que reorganizar porque no podemos contar con
mucha gente voluntaria”, señala. A ello se añade la coincidencia con la Semana Santa y el puente de mayo, que suma algo más de presión sobre la plantilla.
Por otro lado, Sánchez apunta que para la presente edición se está haciendo un esfuerzo por reducir el desperdicio de papel no solo por el factor económico sino también por el ecológico. “Pero tenemos
mucha confianza y optimismo, vamos a estar preparados para cuando llegue el momento y que salga todo a la perfección”, zanja.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.