MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania han evidenciado, en un estudio publicado en la revista 'Science Advances', que la terapia con células CAR-T puede mejorar la eficacia de la cirugía de tumores sólidos.
En el trabajo, los investigadores aplicaron a ratones con heridas quirúrgicas tras la extirpación parcial del tumor un gel especial que contenía células CAR-T humanas, descubriendo que, en casi todos los casos, estas células aparentemente eliminaron las tumorales residuales, lo que permitió que los ratones sobrevivieran cuando, de lo contrario, habrían sucumbido a la recurrencia del tumor.
La cirugía puede ser curativa cuando un cáncer de tumor sólido no se ha propagado. Sin embargo, a menudo es muy difícil para los cirujanos discernir dónde termina un tumor y comienza el tejido sano, por lo que suele ser común necesutar una segunda intervención en muchos tipos de cáncer.
"A medida que continuamos avanzando en la terapia con células CAR-T, encontrar aplicaciones para su uso en tumores sólidos es un objetivo importante. Basándonos en los prometedores resultados de este estudio, nuestros colegas han planificado un ensayo clínico en pacientes con cáncer de mama localmente avanzado", han enfatizado.
Todos los tratamientos CAR-T que han sido aprobados para uso clínico se dirigen a las proteínas que se encuentran en las células cancerosas. Por lo general, las células T se extraen de la sangre del paciente, se modifican en el laboratorio y luego se vuelven a colocar en el paciente para que funcionen como una "droga viva".
Los tumores sólidos, hasta ahora, han sido un objetivo más difícil para los tratamientos con CAR-T debido, en parte, al volumen del tumor y a las defensas antiinmunes del tumor. Sin embargo, el año pasado otro grupo de investigadores mostró en un modelo de cáncer cerebral en ratones, que las células CAR-T podrían ser útiles para la tarea más limitada de eliminar las células cancerosas residuales después de la cirugía.
En el nuevo estudio, los expertos probaron este mismo enfoque contra otros dos tipos de cáncer: el cáncer de mama triple negativo, que carece de los tres principales marcadores de cáncer de mama, y el carcinoma ductal pancreático humano, el tipo más común de cáncer de páncreas.
Las células CAR T se diseñaron para ubicarse en la proteína mesotelina, un marcador de superficie en ambos tipos de células tumorales en los experimentos. Sin la célula CAR-T y el gel de fibrina, el tejido tumoral restante creció y los ratones sucumbieron en unas siete semanas.
Sin embargo, con el gel, el tejido tumoral residual desapareció rápidamente en 19 de 20 ratones, y estos animales sobrevivieron sin complicaciones en la cicatrización de heridas u otros efectos secundarios aparentes durante el resto del período de observación.
"Este estudio demuestra la promesa de CAR-T como un complemento a la cirugía de tumores sólidos. También creemos que este enfoque podría ampliarse para ofrecer otras terapias celulares y agentes anticancerígenos además de las células CAR-T, lo que podría aumentar aún más la eficacia antitumoral", han zanjado los expertos.