MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El Consejo General de Farmacéuticos ha reivindicado, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Malaria, el papel que ejercen a la hora de reducir la incidencia de la enfermedad a nivel mundial, recordando que en la actualidad mueren cada día 800 niños por esta causa.
Aunque en 1964 España obtuvo el certificado oficial de erradicación de la enfermedad, en 2018, el Centro Nacional de Epidemiología contabilizó 698 casos declarados, todos los cuales fueron casos importados, producto de la inmigración o del turismo internacional.
Por tanto, tal y como ha señalado el organismo, el problema se centra, fundamentalmente, en aquellos viajeros, sobre todo turistas, que se desplazan a áreas geográficas endémicas. En este caso será imprescindible la profilaxis preventiva, que deberá extremarse en el caso de mujeres embarazadas y niños menores de 6 años.
"Sin duda, evitar las picaduras de mosquitos transmisores del paludismo mediante el uso de repelentes, mosquiteras o insecticidas es el primer paso para no contraer la enfermedad. Sin embargo, si se viaja a alguno de los 91 países de África, Asia o América en los que todavía hay transmisión autóctona de la malaria, conviene complementar las medidas para evitar las picaduras de mosquito con tratamientos de quimioprofilaxis farmacológica. Tratamientos que para ser efectivos exigen una adecuada adherencia, pues de lo contrario no cumplirán su función", ha comentado el Consejo General de Farmacéuticos.
Por último, apostilla, si se viaja a destinos remotos en los que el acceso a una asistencia médica fiable resulte especialmente fiable, se puede llegar a aconsejar al viajero que lleve consigo medicamentos antipalúdicos para su autoadministración.
En estos momentos no hay autorizada ninguna vacuna contra la malaria, aunque los avances desarrollados durante la última década, hacen factible esta situación cambie en un futuro próximo. En concreto, la Hoja de Ruta de la Tecnología de Vacunación contra la malaria, que se ha redefinido recientemente, ha marcado como objetivo alcanzar en 2030 una eficacia óptima con tasas de inmuno-protección del 75 por ciento durante al menos dos años contra la malaria.
Ante esta situación, el farmacéutico comunitario, por su cercanía al ciudadano se encuentra en una situación "privilegiada" para identificar viajeros que prevean realizar viajes internacionales, ya que es posible que acudan a retirar medicamentos para otras patologías, a aprovisionarse de medicamentos sin receta y/o repelentes para el viaje o simplemente a solicitar consejo sanitario.
Ante esa situación, el organismo ha recordado que la actuación debe orientarse a una recomendación firme de acudir a los centros especializados en Sanidad Exterior, como los Centros de Vacunación Internacional. Además, se debe tener en cuenta que la totalidad de los medicamentos autorizados en España con la indicación de tratamiento y prevención del paludismo por 'Plasmodium spp' son medicamentos sujetos a prescripción médica y de dispensación en oficina de farmacia.
Es decir, excepto cuando se trata de paludismo grave, lo más común en los casos importados es el que el paciente retire los medicamentos en la farmacia comunitaria. En este sentido, el farmacéutico, en su condición de profesional sanitario experto en el medicamento, debe ser garante de maximizar el beneficio clínico de los fármacos administrados en el tratamiento y en la prevención del paludismo.
"Así, desde la farmacia comunitaria debe impulsarse la adherencia al tratamiento prescrito tanto a los futuros viajeros para que sigan el régimen profiláctico pautado por el médico, como en los casos de parasitosis confirmada, pues esa falta de adherencia es una de las causas de la prevalencia de la enfermedad", ha zanjado.