En los últimos 20 años se han producido 1.454 muertes evitables por contaminación del aire en Australia
MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
Casi un tercio de las muertes por días de exposición extrema a la contaminación del aire podrían prevenirse si los eventos de contaminación se redujeran en tan solo un cinco por ciento, según una nueva investigación dirigida por la Universidad de Curtin (Australia).
El estudio, publicado en la revista 'Heliyon', ha estimado que en los últimos 20 años se produjeron 1.454 muertes evitables (una persona cada cinco días) en las capitales australianas debido a la contaminación del aire por partículas finas procedente de fenómenos extremos como incendios forestales y tormentas de polvo, humo de estufas de leña o accidentes industriales.
El investigador principal, el doctor Lucas Hertzog, del Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud para la Evaluación del Impacto en la Salud y el Cambio Climático de Curtin, señala que los hallazgos resaltan la necesidad urgente de estrategias efectivas para gestionar la calidad del aire, particularmente durante eventos climáticos extremos como incendios forestales y tormentas de polvo, que son cada vez más comunes.
"Utilizando datos de 2001 a 2020 de sitios de monitoreo de la contaminación del aire, combinados con una variedad de datos satelitales y relacionados con el uso de la tierra, modelamos la exposición a niveles excepcionales de contaminación del aire por partículas (PM2.5) para cada día de exposición a contaminación extrema", explica el doctor Hertzog.
A pesar de los niveles diarios de PM2,5 relativamente bajos en general (en comparación con los promedios globales), las ciudades australianas experimentan días con niveles de contaminación extremos donde las concentraciones de PM2,5 exceden el estándar de la Guía de Calidad del Aire de la OMS.
Sydney y Melbourne informaron el mayor número de muertes atribuibles a eventos extremos de contaminación del aire, con 541 y 438 muertes respectivamente, seguidas de Brisbane y Perth con 171 y 132 muertes.
Adelaide y Hobart fueron las ciudades que mostraron, a lo largo del período de 20 años, menos días que excedieron las recomendaciones de exposición a la calidad del aire de la OMS: Adelaide registró solo cinco días y Hobart 11 días por encima del umbral.
Darwin, a pesar de su número relativamente bajo de muertes debido a eventos de exposición a PM2,5, experimentó un gran número de días que excedieron las recomendaciones de la OMS, diez veces más que ciudades como Melbourne.
El doctor Hertzog apunta que los hallazgos muestran cómo los eventos extremos de contaminación del aire podrían afectar gravemente la salud en las áreas urbanas, y comprender este vínculo era crucial, ya que el cambio climático puede aumentar la frecuencia e intensidad de tales eventos de contaminación.
"Las enfermedades asociadas con la contaminación del aire por partículas incluyen el asma y la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), así como los trastornos cardiovasculares", señala el doctor Hertzog.
"Los conocimientos de nuestro estudio pueden ayudar a proteger la salud pública al ayudar a informar el desarrollo de políticas y acciones para reducir los impactos de eventos extremos de contaminación del aire. Si bien responder a los incendios forestales y las tormentas de polvo es una tarea cada vez más desafiante, las autoridades tienen un papel crucial en la gestión del uso de la tierra. También regulan la política energética y controlan las regulaciones sobre calentadores de leña", indica.
Asimismo, es posible reducir la carga de mortalidad mejorando las advertencias de salud pública y aumentando la conciencia comunitaria sobre las conductas para evitar el humo.
La investigación fue apoyada por fondos de la Red de Vidas y Ambientes Saludables - Iniciativa especial del Consejo Nacional de Investigación Médica y de Salud en Salud Humana y Cambio Ambiental, el Centro para un Aire Seguro y el proyecto Australian Research Data Commons Air Health Data Bridges .