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23 abr. 2019 17:57H
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MADRID, 23 (EUROPA PRESS)

Investigadores del Friedrich Miescher Institute for Biomedical Research (Suiza) han conseguido 'interrogar' el cerebro de un ratón para averiguar objetivamente su estado emocional. Utilizando una técnica de imagenología cerebral profunda para monitorizar la actividad de la amígdala en ratones, han conseguido revelar la dinámica neuronal que codifica los estados de comportamiento.

"Si queremos entender un comportamiento, necesitamos entender el cerebro. Sacar conclusiones basadas simplemente en observaciones de comportamiento estandarizadas puede ser engañoso, como podríamos demostrar", explica Andreas Lüthi, el investigador principal de esta investigación, que se ha publicado en la revista 'Science'.

Las acciones están impulsadas por 'estados internos' como la ansiedad, el estrés o la sed, que afectan y motivan el comportamiento. No se sabe mucho acerca de cómo estos estados están representados por circuitos cerebrales complejos, incluyendo estructuras sub-corticales como la amígdala.

Cuando un ratón tiene hambre, va a buscar comida; cuando tiene miedo, huye. Se ha estudiado en detalle cómo estos estados internos se correlacionan con el comportamiento de un animal. Sin embargo, se sabe poco sobre cómo el cerebro codifica y controla los estados internos.

Por eso, los científicos se propusieron investigar la actividad neuronal en la amígdala de ratones que se mueven libremente en varios estados. La amígdala es una pequeña estructura cerebral en forma de almendra que se considera un centro para regular las conductas afectivas, homeostáticas (hambre y sed) y sociales a través de conexiones generalizadas con muchas regiones del cerebro. Se supone que la amígdala juegue un papel en la coordinación de los estados cerebrales, pero ese papel no se entiende bien.

Usando una técnica de imagenología microscópica miniaturizada, rastrearon la actividad neuronal en la amígdala de ratones a través de diferentes ambientes que provocaron varios estados y comportamientos internos. Los investigadores identificaron dos grandes conjuntos antagónicos de neuronas que estaban activos en estados de comportamiento opuestos: Cuando los ratones estaban explorando su entorno, el conjunto neuronal 1 estaba activo; cuando no estaban explorando (lo que significa que estaban en estados defensivos no explicativos), el conjunto neuronal 2 estaba activo.

Sorprendentemente, la actividad de los conjuntos no se alineó con las áreas espaciales generalmente asociadas con estados de ansiedad como los rincones seguros en un campo abierto. Además, los científicos no esperaban que los estados internos complejos y sus comportamientos fueran codificados con patrones de actividad relativamente simples y de baja dimensión en la amígdala.

En resumen, el estudio muestra que los dos conjuntos neuronales identificados codifican cambios de estado de momento a momento opuestos, especialmente en lo que se refiere a comportamientos exploratorios y defensivos, pero no proporcionan una medida de los niveles globales de ansiedad de un animal.

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