MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Investigadores del CIBEREHD desde la Unidad de Oncología Hepática (Barcelona Clinic Liver Cancer) del Hospital Clínic de Barcelona han evidenciado, en un trabajo junto al Departamento de Gastroenterología y Hepatología, de la Fondazione IRCCS CA' Granda Ospedale Maggiore Policlinico en Milán, el impacto de la pandemia por COVID-19 en el manejo del cáncer hepático.
Y es que, según los resultados, el 87 por ciento de los centros se vieron obligados a modificar su práctica clínica, el 81 por ciento de los centros modificaron sus programas de cribado para diagnóstico precoz, si bien en el 93 por ciento de los centros se pudo mantener el inicio de tratamiento sistémico, aunque en la mitad de los centros se canceló la posibilidad de incluir pacientes en ensayos clínicos con nuevos agentes.
Además, según los últimos datos de GLOBOCAN, el cáncer hepático fue responsable de 900.000 nuevos casos y 830.000 muertes en el año 2020 . Se trata del sexto cáncer en incidencia y la segunda causa de muerte por cáncer, pero la primera en pacientes con cirrosis hepática.
La mayoría de los pacientes con cáncer hepático tienen antecedente de hepatopatía crónica. A pesar de la curación del virus de la hepatitis C, se prevé un aumento del cáncer hepático y ello se asocia al aumento de incidencia de la hepatopatía por hígado graso asociada a obesidad y síndrome metabólico.
"Según el estudio que hemos realizado, durante la primera ola de la pandemia de COVID-19 el 41 por ciento de los centros realizaron cambios en los procedimientos diagnósticos, el 81 por ciento alteraron los programas de cribado y el 40 por ciento modificaron la frecuencia en que realizaron los estudios de imagen para estadiaje del cáncer o evaluación de respuesta al tratamiento. Sin embargo, un aspecto positivo es haber constatado que la pandemia ha potenciado el rol de Enfermería en los pacientes con cáncer hepático", han explicado los expertos.
Su conocimiento experto, prosiguen, ha motivado que enfermería gestionara la planificación de visitas en el 30,1 por ciento de los centros y participase activamente en el manejo clínico en el 70,3 por ciento, asumiendo la interacción telefónica de seguimiento de incidencias en el 62,5 por ciento de los centros.
Estos resultados ponen de manifiesto el impacto de la pandemia en pacientes con cáncer hepático y la necesidad de mantener estructurar la actividad asistencial para evitar que la pandemia Covid-19 impacte negativamente en demoras en diagnóstico que impidan detección precoz del cáncer y la aplicación adecuada de tratamiento.