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11 sept. 2019 14:15H
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MADRID, 11 (EUROPA PRESS)

Una férula oral impulsada por investigadores de la Universidad de Osaka puede ayudar a reducir eficazmente los tics motores y vocales en niños y adultos provocados por el síndrome de Tourette, un trastorno neurológico que no tiene cura.

El síndrome se caracteriza por estos tics, lo que puede contribuir a problemas de ansiedad, depresión y baja autoestima. Por ello, la reducción de la frecuencia de estos tics podría impactar positivamente en el día a día de sus pacientes.

La férula es un aparato normalmente usado para corregir problemas en la mandíbula, como apretar y rechinar los dientes o trastornos temporomandibulares. La férula se aplica en los molares para incrementar la dimensión oclusal vertical, esto es, la alineación de la nariz, los labios y la barbilla.

"Usar la férula mejoró inmediatamente tanto los tics motores como vocales en 10 de los 14 niños y seis de cada ocho adultos que participaron en el estudio", explica Jumpei Murakami, autor del estudio. Además, añade que se trata de efectos "de larga duración", ya que se han demostrado las mejoras a largo plazo en los tics motores después de 100 días, especialmente evidente en pacientes que eran más jóvenes cuando empezaron con los primeros tics.

Pese a no estar del todo claro cómo la férula oral tiene estos efectos, se cree que la acción de morder podría ser como un truco sensorial. Los trucos sensoriales son maniobras voluntarias que normalmente consisten en tocar determinadas partes del cuerpo de la cara y la cabeza y que pueden aliviar los movimientos involuntarios. Se ha demostrado que los trucos sensoriales mejoran temporalmente la distonia, que es un trastorno del movimiento que, al igual que el síndrome de Tourette, se caracteriza por los tics incontrolables.

"Considerando los hallazgos previos sobre los trucos sensoriales en pacientes con distonia cervical, parece plausible que la férula oral module las señales propioceptivas", explica Yoshihisa Tachibana, co-autor del estudio, y añade que "tal vez estas señales puedan ser modificadas por los músculos que participan en el cierre de la mandíbula antes de transmitirse al cerebro".

Las opciones para tratar de reducir los tics hasta ahora son diversas, como a través del comportamiento (con técnicas como la psicoterapia y terapia del comportamiento cognitivo), mediante tratamiento farmacológico (como medicaciones que bloquean la dopamina del cerebro), y mediante intervenciones quirúrgicas (como estimulación cerebral profunda, por la cual las áreas motoras reciben estimulación eléctrica). Sin embargo, la eficacia de estos tratamientos puede variar, y los pacientes sufrir todavía de las limitaciones físicas, mentales y sociales.

Mientras se realizan estudios a mayor escala, la férula oral tiene un claro potencial terapéutico. Mejora la calidad de vida, aminora los tics y podría mejorar las funciones psicosociales en los pacientes con el síndrome de Tourette.

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