Lamentan que la burocracia y la falta de inversión impida captar talento y ser competentes con respecto a Europa
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
Los investigadores Mercè Boada y José Antonio Pérez Molina han defendido este miércoles que la epidemia del coronavirus ha marcado un antes y un después en los ensayos clínicos --aquellos que se hacen en los últimos estadíos de la investigación, ya en seres humanos, para probar la seguridad y eficacia de los medicamentos-- y han subrayado que "sin ensayos clínicos de calidad, la medicina no avanza".
Boada, fundadora y directora médica de Fundació ACE, y Pérez Molina, infectólogo del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal, han participado este miércoles en el Encuentro Digital 'La investigación biomédica en la era post-COVID. El presente y el futuro de los nuevos ensayos clínicos', organizado por Roche Farma y Europa Press, reflexionando sobre cómo la epidemia ha puesto en valor a la investigación clínica "en el manejo medico de pacientes en una situación de estrés brutal".
Para Pérez Molina la situación actual ha confrontado dos visiones de la medicina "de las que a veces saltan chispas", una "más paternalista", que llevaba a "dar algo que pudiera servir a los pacientes porque la gente se ponía muy mala"; frente a otra, "más científica, que requiere que esas actuaciones estén protocolizadas y en la medida de lo posible incluidas en ensayos clínicos".
En ese sentido, ha incidido en que la pandemia del Covid-10 ha aflorado "la importancia de la investigación clínica bien hecha" y también que la urgencia no tiene por qué ir en detrimento de la calidad sino que es posible agilizar algunos procesos, como los relativos a los consentimientos informados, y acortar plazos de protocolos, "manteniendo la misma rigurosidad y el método científico que se ha mantenido siempre", ha añadido Boada.
En el encuentro también se ha reflexionado sobre la duración de un proceso de I+D de un medicamento, que supone más de 10 años de investigación y un coste superior a 2.400 millones de euros, y Pérez Molina ha trasladado que actualmente se están acortando esos procesos por la colaboración y la información entre todos los grupos que participan, por la postura de las autoridades regulatorias de agilizarlos y también porque la sociedad está "más dispuesta a participar, con la confianza de que trabajamos en aras de un bien común".
ELIMINAR LA IDEA PEYORATIVA
Al hilo de eso, los expertos han defendido que es necesario hacer "pedagogía" sobre los ensayos clínicos porque son "investigación" pero ésta no debería tener un componente "peyorativo", de "conejillo de indias". "Es investigación de máximo nivel y máxima calidad, no es jugar a ver qué funciona, es la forma en la que avanza la ciencia", ha defendido el infectólogo del Ramón y Cajal.
En la misma línea, Boada ha reclamado la colaboración de los médicos de cabecera para que "no banalicen" los ensayos clínicos y puedan trasladar a sus pacientes "el gran esfuerzo y rigor investigador que hay tras un ensayo clínico". Además, ha mantenido que "todos somos conejillos de indias en las situaciones nuevas a las que nos enfrentamos cada día".
NO PODEMOS COMPETIR CON EUROPA
Pérez Molina y Boada también han hecho una comparación entre la investigación en España y en el conjunto de Europa, en relación con la colaboración público privada, los procedimientos y la falta de inversión pública en este país, lo que impide que "seamos competentes" con respecto a Europa.
A su juicio, España no tiene "esa tradición de invertir y de colaborar" y aquí la inversión pública en España "no solo es corta" sino que hay una "burocracia tan asfixiante" y unos "procesos tan obsoletos" que, en ocasiones, contratar a un investigador, aunque el proyecto disponga del dinero para ello, puede llevar un año.
En cualquier caso, según sus palabras, la inversión en investigación es tan escasa que hace imposible contratar a investigadores y pagar el talento que se requiere. "El talento de fuera no viene y el de aquí se nos va porque tiene otras posibilidades en otros países", han denunciado los expertos para quienes España da "una formación excelente" a sus estudiantes pero estos se van porque no tienen posibilidades de desarrollo profesional.
"No es suficiente con una buena formación universitaria, hay que darles posibilidad de desarrollo y de que pueda llegar a donde quiera y eso depende de la inversión del Gobierno en investigación, si no la hay, no somos competitivos con el mundo exterior", han resumido.