MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Las mujeres sufren una mayor variabilidad de los niveles de glucosa en sangre que se asocia a un mayor número de hipoglucemias y un peor control de la diabetes, según ha asegurado el investigador del CIBERDEM-IDIBAPS en el Hospital Clínic de Barcelona, Serafín Murillo.
Y es que, prosigue, los cambios hormonales tienen un efecto importante sobre los niveles de glucosa en sangre, si bien estas variaciones no guardan un patrón específico por lo que no pueden ser prevenidos con ajustes en las dosis de insulina o en la alimentación.
Además, las mujeres están expuestas a más complicaciones. Por ejemplo, las mujeres con diabetes presentan más riesgo de enfermedad cardiovascular que los hombres con igual condición ya que existen diferencias en la forma en que actúan las hormonas y la inflamación para desarrollar la enfermedad coronaria.
Otra complicación que es más común en las mujeres que en los hombres que sufren diabetes es la incontinencia urinaria, la cual aparece más precozmente en ellas y suele ser de mayor intensidad. Del mismo modo, la diabetes también puede traer aparejada disfunción sexual en la mujer, manifestada con disminución del apetito sexual, de la libido y dolor durante las relaciones.
Debido al impacto que los cambios hormonales tienen sobre los niveles de azúcar en sangre existen momentos en la vida de lo mujer donde el control de la diabetes se hace más complejo. La pubertad, el embarazo y la menopausia son tres de ellos.
Concretamente, en la pubertad, el inicio de la menstruación da lugar a cambios hormonales cíclicos que se mantienen hasta la menopausia. Las modificaciones en los niveles de estrógenos y progesterona que se producen en los días previos a la regla hacen que la resistencia a la insulina sea mayor y, por tanto, la glucosa en sangre aumenta. Esto se debe compensar incrementando las dosis de insulina que se administra en esos días.
"Sin embargo, el ajuste es complejo, pues este efecto no es siempre igual, sino que muestra una elevada variabilidad incluso en una misma mujer. Entre otros factores, muchas mujeres no siempre tienen ciclos regulares, por lo que es difícil poner en marcha mecanismos para controlar los efectos de las hormonas", ha comentado el doctor Murillo.
El embarazo es otro momento que supone un reto para las mujeres con diabetes, puesto que durante la gestación se producen cambios en la sensibilidad a la insulina, de forma general, la resistencia a la insulina se incrementa a partir del segundo trimestre de embarazo. Ante esto, el doctor ha subrayado la importancia de planificar el embarazo con el fin de garantizar un "buen control" de los niveles de glucosa en sangre en los meses previos a la concepción.
También la menopausia introduce dificultades para sobrellevar la diabetes, dado que los cambios hormonales de esta etapa hacen que el nivel de glucosa en sangre suba y baje más y que las variaciones se vuelvan menos previsibles. Asimismo, estas variaciones pueden empeorar los síntomas de la menopausia como la fatiga, la irritabilidad y los sofocos.
MEJORAR EL CONTROL GRACIAS A LA TECNOLOGÍA "ES POSIBLE"
Ahora bien, el experto ha recordado que la mujer con diabetes puede hacer frente a los desafíos que esta enfermedad supone a través de un estilo de vida saludable, evitando el sedentarismo, el tabaco y otros factores de riesgo cardiovascular. De esta forma puede mantener sus niveles de azúcar en sangre dentro de los valores recomendados y poner freno a algunos de los riesgos asociados a su condición.
Durante las etapas en que la variabilidad de la glucosa puede ser mayor, las mujeres deben incrementar la frecuencia de las mediciones de sus valores, por ejemplo, durante el embarazo puede ser necesario realizar hasta ocho pruebas al día. Tener más información sobre el valor de glucemia en muchos momentos del día permite establecer correcciones por hipoglucemia o hiperglucemia.
Existen tecnologías como los medidores continuos de glucosa (MCG) que ayudan a conseguir un buen control glucémico y mejorar la calidad de vida de la mujer. Estos dispositivos permiten conocer los niveles de glucosa en tiempo real e, incluso, mediante sus alarmas predictivas ayudan a actuar unos minutos antes de que los valores lleguen a estar fuera de lo recomendado, con lo que es posible prevenir las hipoglucemias o hiperglucemias.
"El sensor continuo de glucosa es una de las mejores herramientas actuales para compensar las dificultades que los cambios hormonales suponen en el control glucémico de las mujeres con diabetes a lo largo de todo su ciclo vital", ha zanjado Murillo.