MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Luz, el doctor Juan Pablo Fusco, afirma que la estimación del riesgo de recaída y la decisión de dar o no quimioterapia, tras ser operado de un tumor, "se basa en criterios clínicos como el tamaño del tumor o la afectación ganglionar", pero no se tiene en cuenta "la enfermedad mínima residual".
En concreto, tal y como explica el doctor Juan Pablo Fusco, la enfermedad mínima residual es una enfermedad en sangre caracterizada por la presencia de un reducido número de células cancerosas que permanecen en el cuerpo.
Según el experto, en algunos casos de cáncer de colon, hay pacientes que no cumplen los criterios necesarios para darles quimioterapia complementaria y, sin embargo, "tienen enfermedad circulante microscópica, lo que se traduce en un alto riesgo de recaída".
En este sentido, tras la cirugía de un tumor primario, el paciente puede desarrollar esta enfermedad no detectable por ninguna prueba de imagen como TAC o PET/TAC, por lo que el oncólogo asegura que, al final, se puede estar "valorando de forma parcial la enfermedad al no tener información sobre la enfermedad circulante".
"En los próximos años buscaremos la enfermedad mínima residual a aquellos pacientes operados de cáncer, detectar si hay enfermedad circulante microscópica y, de acuerdo a ello, estimar el riesgo de recaída para administrar el tratamiento sistémico posterior", subraya el oncólogo del Hospital Universitario La Luz.
CÓMO DETECTAR LA ENFERMEDAD
La detección de la enfermedad mínima residual se realiza mediante una extracción de sangre, que después se analiza para confirmar si hay DNA tumoral en ella. Además, según el doctor Fusco, para ver la concordancia, se analiza el tumor primario que se ha operado.
"Es decir, buscamos en la sangre las mismas mutaciones que tiene el tumor de la cirugía. Por ejemplo, si la mutación "A" está en el tumor, será la misma mutación que se busque en la sangre. Es la manera que tiene la tecnología de emparejar lo que tienes en el tumor y buscarlo en la sangre", añade.
Este procedimiento, según el experto, "es hacia dónde vamos, porque existe la tecnología para poder detectar la enfermedad no visible". Además, concluye, que no sólo se está aplicando ya en el cáncer de colon, sino también en otros, como el carcinoma de vejiga.