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21 abr. 2020 13:23H
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MADRID, 21 (EUROPA PRESS)

La oftalmóloga de la clínica Miranza Virgen de Luján de Sevilla, María Gessa, ha comentado que una solución de ácido hipocloroso en 'spray', que actualmente se utiliza para combatir la blefaritis, podría ser una barrera de acceso del Covid-19 a través de las mucosas, principal puerta de entrada del virus al organismo.

El ácido hipocloroso es uno de los dos componentes de la lejía, sustancia que se ha demostrado que es el mejor desinfectante para superficies potencialmente contaminadas. Además del ácido hipocloroso, agente desinfectante y antiséptico de la lejía, esta contiene también hidróxido de sodio, elemento blanqueador y cáustico, muy nocivo para la salud.

Por el contrario, el uso aislado del ácido hipocloroso no sólo es inofensivo al no irritar mucosas ni garganta, sino que aporta una importante propiedad microbicida, es decir, de protección frente a infecciones.

En el contexto actual, la doctora ha comentado que esta solución podría ser de "gran utilidad" como barrera protectora para personal médico y, en general, para cualquier persona potencialmente expuesta al virus o en contacto con pacientes infectados. De hecho, ha recomendado a sus colegas pulverizarse esta solución en ojos, nariz y boca antes de colocarse las mascarillas y gafas protectoras para atender a cualquier paciente afectado o sospechoso de Covid-19.

"Los pacientes afectados por Covid-19 pueden presentar, bien al principio o a lo largo de su evolución, una conjuntivitis viral en la cual el virus es transmisible a través de las lágrimas. Asimismo, a través de la conjuntiva el virus puede llegar a la circulación general del paciente, puesto que la conjuntiva es una gran esponja que absorbe los gérmenes y, en este caso, el virus la penetra con facilidad, infectando a la persona", ha añadido el oftalmólogo de Vissum-Grupo Miranza, Jorge Alió.

TRANSMITIR LA ENFERMEDAD A TRAVÉS DE LAS LÁGRIMAS

Del mismo modo, el experto ha avisado de que los pacientes asintomáticos de Covid-19 o los pacientes en período de incubación, pueden transmitir la enfermedad a través de las lágrimas. Por tanto, un contacto próximo, como el que ocurre cuando le asiste al paciente un familiar o durante los procedimientos oftalmológicos, tiene riesgo para el oftalmólogo, ya que el paciente puede transmitirle la enfermedad.

Por ello, el oftalmólogo ha destacado la importancia de verificar que el paciente que se presenta con la conjuntivitis tiene al menos 37º de fiebre, y/o que proviene de una zona donde está detectado el brote de coronavirus. Asimismo, son sospechosos aquellos que por su ocupación (profesionales sanitarios) están en contacto con pacientes confirmados o sospechosos de padecer la enfermedad.

"Tanto aquellos que lo sean, como los sospechosos, deben pasar a observación y aislamiento durante al menos quince días, para asegurar que no se desarrolla la enfermedad, ni se pueda infectar a nadie más. En caso de encontrarse en un hospital, debe aislarse en el área de espera", ha aconsejado Alió.

Asimismo, este compuesto puede completar el tratamiento de los pacientes con conjuntivitis, unido a medidas higiénicas y a la aplicación de gasas o compresas muy frías para calmar las molestias de esta infección vírica, que suele durar de 7 a 10 días como máximo.

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