MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Adaptar la frecuencia del seguimiento radiológico en los pacientes con cáncer de pulmón resecado podría ser clave para mejorar sus resultados oncológicos y supervivencia, según ha demostrado un amplio estudio realizado por el Grupo Español de Cirugía Torácica Videoasistida (GEVATS), de la Sociedad Española de Cirugía Torácica (SECT).
Los hallazgos del estudio, publicado en 'Journal of Thoracic Disease' (JTC), sugieren que el seguimiento de alta frecuencia solo mejoraría los resultados de supervivencia en pacientes seleccionados con cáncer de pulmón, mientras que la mayoría de los pacientes no se beneficiarían de un seguimiento tan intensivo.
Así, la investigación apunta a la reducción de pruebas radiológicas en determinados perfiles de pacientes con cáncer de pulmón resecado y a la realización de un mayor número de pruebas en otros perfiles de pacientes. Por tanto, podría tener no solo utilidad en la práctica clínica sino un impacto en la optimización de recursos económicos en el contexto del Sistema Nacional de Salud (SNS).
"Nuestros hallazgos indican que la mayoría de los pacientes no obtienen beneficios significativos de un seguimiento radiológico tan intensivo. Esto sugiere que podríamos reducir la frecuencia de las tomografías computarizadas realizadas durante los primeros años sin comprometer los resultados oncológicos en estos pacientes", ha explicado el cirujano torácico Álvaro Fuentes Martín, primer firmante del trabajo en JTC y miembro de la SECT.
El estudio efectuado es un estudio multicéntrico, prospectivo, que ha contado con la participación de 1.916 pacientes sometidos a resección pulmonar anatómica entre diciembre de 2016 y marzo de 2018. Ha evaluado la relación entre la frecuencia del seguimiento radiológico de los pacientes que han sido intervenidos quirúrgicamente de un cáncer de pulmón y los resultados oncológicos y, para ello, ha dividido a los pacientes participantes en dos grupos en función de la frecuencia de seguimiento: baja frecuencia y alta frecuencia.
El objetivo de examinar el impacto de la frecuencia del seguimiento radiológico en los resultados oncológicos tras la resección pulmonar responde a que "a pesar de los avances en el tratamiento de esta enfermedad y de la consiguiente mejora de los resultados oncológicos, la frecuencia óptima del seguimiento radiológico sigue sin estar clara. Las recomendaciones actuales se basan en una evidencia científica limitada y en consensos de expertos que no tienen en cuenta las características individuales de los pacientes", ha expuesto Fuentes.
Los resultados indicaron que, si bien no hubo diferencias significativas en el intervalo libre de enfermedad y otros indicadores generales, sí se observaron mejoras en la supervivencia específica del cáncer y en la supervivencia global en aquellos pacientes con diagnóstico de carcinoma de células escamosas y aquellos que recibieron terapia adyuvante cuando se les realizó un seguimiento de alta frecuencia.
Ante estos hallazgos, el estudio concluye que la vigilancia de alta frecuencia solo mejora los resultados de supervivencia en pacientes seleccionados con cáncer de pulmón resecado. Y que, por lo tanto, las futuras pautas para el seguimiento del cáncer de pulmón deberían considerar la individualización de la frecuencia de vigilancia radiológica en función de los perfiles de riesgo de los pacientes.
Por último, desde la perspectiva económica, el investigador Ángel Cilleruelo ha apuntado que "reducir el número de TAC durante el seguimiento de estos pacientes no solo evitaría pruebas innecesarias y sus posibles efectos negativos, sino un ahorro de costes directos al Sistema Nacional de Salud que podrían destinarse a otras necesidades y prioridades sanitarias".