MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Las personas con presión arterial alta tienen un mayor riesgo de sufrir deterioro cognitivo, incluida la demencia, pero un nuevo estudio de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Wake Forest sugiere que realizar actividad física vigorosa más de una vez una semana puede reducir ese riesgo, según se ha publicado en 'Alzheimer's & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association'.
"Sabemos que el ejercicio físico ofrece muchos beneficios, incluida la reducción de la presión arterial, la mejora de la salud del corazón y potencialmente retrasar el deterioro cognitivo", señala Richard Kazibwe, profesor asistente de medicina interna en la Facultad de Medicina de la Universidad Wake Forest y autor principal del estudio. "Sin embargo, se desconoce la cantidad y la intensidad del ejercicio necesario para preservar la cognición", añade.
En 2015, los hallazgos publicados del histórico ensayo de intervención en la presión arterial sistólica (SPRINT) mostraron que el control intensivo de la presión arterial redujo las enfermedades cardiovasculares y el riesgo de muerte.
SPRINT comenzó en el otoño de 2009 e incluyó a más de 9.300 participantes con hipertensión de 50 años o más, reclutados en aproximadamente 100 centros médicos y consultorios clínicos en todo Estados Unidos. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a un objetivo de presión arterial sistólica de menos de 120 mmHg (tratamiento intensivo) o menos de 140 mmHg (tratamiento estándar).
Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) detuvieron la intervención sobre la presión arterial antes de lo previsto originalmente para difundir rápidamente los importantes resultados preliminares, lo que dio lugar a un nuevo conjunto de directrices para controlar la presión arterial.
En 2019, los resultados del ensayo auxiliar SPRINT MIND, dirigido por la Facultad de Medicina de la Universidad Wake Forest, mostraron que el control intensivo de la presión arterial en personas mayores reducía significativamente el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve, un precursor de la demencia temprana.
En un análisis secundario del estudio SPRINT MIND, Kazibwe y su equipo examinaron el efecto de sesiones autoinformadas de actividad física vigorosa (al menos una vez por semana) sobre el riesgo de deterioro cognitivo leve y demencia.
Las personas que realizaban una o más sesiones de actividad física vigorosa por semana tenían tasas más bajas de deterioro cognitivo leve y demencia. Kazibwe dijo que casi el 60 por ciento de los participantes del estudio informaron realizar actividad física vigorosa al menos una vez a la semana, incluso entre las personas de 75 años o más.
"Es una buena noticia que un mayor número de adultos mayores realicen ejercicio físico. Esto también sugiere que los adultos mayores que reconocen la importancia del ejercicio pueden estar más inclinados a hacer ejercicio a mayor intensidad", apunta Kazibwe.
Sin embargo, el equipo de investigación encontró que el impacto protector del ejercicio vigoroso era más pronunciado en los menores de 75 años.
"Si bien este estudio proporciona evidencia de que el ejercicio vigoroso puede preservar la función cognitiva en pacientes con hipertensión de alto riesgo, se necesita más investigación para incluir mediciones de actividad física basadas en dispositivos y poblaciones de participantes más diversas", señala Kazibwe.