MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el Centro de Investigación en Salud Mental del Instituto de Salud Carlos III (CIBERSAM) han encontrado evidencias de que determinados perfiles de riesgo inflamatorio y metabólico están relacionados con las trayectorias de síntomas depresivos durante el envejecimiento.
En su trabajo, utilizaron datos de 13.615 participantes del Estudio Longitudinal Inglés de Envejecimiento (ELSA), incluyendo participantes de entre 50 y 90 años, que fueron evaluados cada dos años, en un seguimiento de diez años comprendidos entre el 2002 y 2012. A partir de diferentes baterías de preguntas, determinaron características sociodemográficas de los participantes, antecedentes médicos y afecciones relacionadas con su estado de salud, teniendo en cuenta índices de discapacidad y mortalidad, así como síntomas depresivos.
Para el cálculo del índice inflamatorio, extrajeron sangre a una submuestra de 1.536 participantes, a los que analizaron la proteína C-reactiva, el recuento de glóbulos blancos y el fibrinógeno. También se consideraron como biomarcadores el colesterol de lipoproteínas de alta densidad, los triglicéridos y la hemoglobina glicada, y se llevaron a cabo también mediciones del índice de masa corporal (IMC) y tensión arterial de los participantes.
Mediante el análisis de estos datos, los investigadores encontraron tres trayectorias de síntomas depresivos, identificándose una trayectoria de niveles mínimos de síntomas, una trayectoria de síntomas moderados pero crecientes, y una última con presencia de sintomatología depresiva crónica.
"Además de poder establecer que el curso de la depresión durante el envejecimiento sigue trayectorias diferenciadas en intensidad y tendencia de los síntomas, hemos podido respaldar, mediante el ajuste de los modelos estadísticos robustos, la asociación entre formas más severas de depresión y desregulación de tipo inflamatorio y metabólico durante el envejecimiento", explica el primer firmante del estudio, Alejandro de la Torre.
Estos resultados, publicados en la revista 'Psychoneuroendrocrinology', comprueban que una evaluación sobre el estado inflamatorio o perfil metabólico de los pacientes puede resultar "muy valiosa" a la hora de mejorar la atención en los trastornos depresivos en el envejecimiento.
"Nuestros resultados destacan que las trayectorias de los síntomas depresivos deben considerarse durante el envejecimiento de manera individualizada. Por tanto, un examen psiquiátrico más completo, con el que poder explorar múltiples dominios, es cada vez más necesario para la realización de diagnósticos más precisos, y así poder elegir las opciones terapéuticas más adecuadas para cada paciente", concluyen los investigadores.