MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) y publicado en 'Rheumatology Advances in Practice' indica que la granulomatosis con poliangeítis (GPA), una enfermedad nasal que provoca la inflamación de los vasos sanguíneos, puede diagnosticarse erróneamente con frecuencia porque muchos pacientes identificados con la forma sinusal y nasal limitada de la enfermedad pueden estar sufriendo en realidad daños nasales debidos al consumo de cocaína.
La cocaína es la segunda droga más consumida en el Reino Unido, con un 2,6 por ciento de la población de entre 16 y 59 años y unos 4,8 millones de personas en Estados Unidos (o el 1,7 por ciento de los mayores de 12 años) afirman haber consumido cocaína en el último año. Esta droga puede causar importantes problemas de salud, como lesiones destructivas de la línea media inducidas por la cocaína y otros problemas vasculares diversos.
Sin embargo, existen pruebas de que el consumo de cocaína puede desencadenar la producción de determinados anticuerpos que pueden dar lugar a una presentación clínica muy parecida a la GPA, una inflamación de los vasos sanguíneos que suele presentar síntomas en los senos paranasales, la garganta, los pulmones y los riñones.
Junto con síntomas generales ocasionales como artralgia, fatiga y erupciones cutáneas, la similitud entre la GPA y los daños debidos a la cocaína dificulta el diagnóstico para los médicos. Aunque la GPA es poco frecuente y afecta aproximadamente a tres de cada 100.000 personas, los investigadores creen que la posibilidad de un diagnóstico erróneo es grave ya que los tratamientos habituales de la GPA pueden ser ineficaces, e incluso peligrosos, para los consumidores habituales de cocaína.
Los investigadores realizaron una revisión retrospectiva de los pacientes que acudieron a las clínicas de vasculitis para recibir tratamiento en el Hospital Queen Elizabeth de Birmingham y en el Royal Free Hospital de Londres.
Identificaron a 42 pacientes y descubrieron que el consumo actual de cocaína era frecuente, ya que alrededor del 86 por ciento de las muestras proporcionadas dieron positivo cuando se realizó la toxicología rutinaria de orina. Nueve pacientes que negaron haber consumido cocaína alguna vez fueron identificados como consumidores de cocaína, según indicó el análisis toxicológico de orina, mientras que 11 que declararon ser exconsumidores también dieron positivo.
Los investigadores señalan que a diez pacientes remitidos a centros de tratamiento de vasculitis se les había diagnosticado previamente GPA y se les habían administrado fármacos inmunosupresores pero, a pesar de este tratamiento, seguían teniendo problemas nasales.
Por este motivo, los autores de la investigación creen que los médicos deberían realizar pruebas de cocaína con una toxicología rutinaria de orina a los pacientes con lesiones nasales destructivas o enfermedad sino-nasal aislada antes de diagnosticar una GPA ya que, los fármacos inmunosupresores suelen ser ineficaces si persiste el consumo de cocaína y, además, aumentarían el riesgo de efectos adversos significativos, incluida la infección.