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11 sept. 2023 17:58H
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MADRID, 11 (EUROPA PRESS)

Investigadores del Instituto Karolinska de Suecia han publicado en 'The Journal of Hepatology' un estudio que indica que los familiares cercanos de personas con enfermedad metabólica asociada al hígado graso tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de hígado y de morir por enfermedades hepáticas, lo que significa que los familiares también podrían beneficiarse de los consejos sobre estilo de vida que actualmente sólo se dan a los pacientes.

Las personas con hígado graso metabólicamente asociado (MASLD, antes conocida como NAFLD) tienen un riesgo elevado de desarrollar y morir de cáncer de hígado. En la actualidad, la MASLD es la principal causa de que el número de personas que padecen cáncer de hígado haya aumentado tanto. Sin embargo, investigadores del Instituto Karolinska demuestran ahora que los parientes cercanos y las parejas también tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de hígado y enfermedad hepática avanzada.

"Nuestros hallazgos indican que los pacientes con MASLD no deben tratarse por separado", ha afirma el primer autor del estudio, Fahim Ebrahimi, médico e investigador del Departamento de Epidemiología Médica y Bioestadística del Instituto Karolinska.

"De hecho, las recomendaciones sobre cambios en el estilo de vida deberían darse también a sus familiares. Nuestro estudio también sugiere que los familiares con factores de riesgo metabólico, como la diabetes mellitus, podrían beneficiarse de un cribado precoz del MASLD", ha añadido.

Los investigadores basaron su estudio en la cohorte 'ESPRESSO', que contiene datos de todas las biopsias hepáticas realizadas en Suecia desde 1965 hasta la actualidad.

Identificaron a casi 12.000 personas con MASLD comprobada mediante biopsia. Tras emparejar a cada persona con hasta cinco comparables de la población general, identificaron a los familiares de primer grado (padres, hermanos e hijos) y a las parejas de ambos grupos. El estudio incluyó a casi 250.000 familiares de primer grado y 57.000 parejas.

Durante un periodo medio de seguimiento de 17,6 años, con algunos individuos seguidos hasta 50 años, los investigadores descubrieron que los familiares de primer grado de pacientes con MASLD tenían un 80 por ciento más de probabilidades de desarrollar cáncer de hígado que los controles. Sin embargo, dado que el cáncer de hígado es una enfermedad relativamente rara, el aumento absoluto del riesgo es mucho menor: un 0,11 por ciento a lo largo de 20 años, según los investigadores.

"En otras palabras, uno de cada 900 familiares de primer grado de pacientes con MASLD desarrollará además cáncer de hígado en un periodo de 20 años", ha afirmado el autor principal, Jonas F. Ludvigsson, profesor del Departamento de Epidemiología Médica y Bioestadística del Instituto Karolinska.

"Así pues, el riesgo absoluto es muy pequeño, pero sigue siendo relevante a nivel poblacional", ha añadido Ludvigsson.

Los investigadores también descubrieron que las parejas de los pacientes con MASLD tenían más probabilidades de desarrollar una enfermedad hepática grave (como cirrosis) y de morir por causas relacionadas con el hígado.

"Nuestros hallazgos confirman que existe un claro riesgo familiar de MASLD y que un estilo de vida compartido es un factor importante en su desarrollo", ha afirmado Ebrahimi.

Se calcula que uno de cada cuatro adultos en todo el mundo padece MASLD (enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica), antes conocida como NAFLD (enfermedad del hígado graso no alcohólico). Sin embargo, la gran mayoría desconoce que la padece.

El reto para los servicios sanitarios consiste en detectar al pequeño número de personas que acaban desarrollando una enfermedad hepática más grave, como fibrosis, cirrosis o cáncer. Por ello, es prioritario encontrar formas de identificar a las personas con mayor riesgo, y el presente estudio muestra algunos grupos de riesgo fácilmente identificables.

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