GUADALAJARA, 26 (EUROPA PRESS)
La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha ha detectado un brote de coronavirus con cinco personas infectadas en la localidad guadalajareña de Marchamalo.
Fuentes de la Consejería han indicado a Europa Press que estas cinco personas se encuentran aisladas en sus casas y que ninguna de ellas ha precisado hospitalización.
En su cuenta de Facebook, el alcalde de Marcahamo, Rafael Esteban, señala que este brote se ha producido por "un caso importado" de un miembro de la familia que llegó a España desde su país de origen el pasado viernes, ya enfermo, que "ni informó de su estado ni fue detectado por los controles establecidos para ello en el aeropuerto".
Según añade Esteban, las autoridades sanitarias tienen controlado todo el entorno de relaciones familiares y sociales de estas personas y están bajo "estrecha vigilancia" para tener la información "al minuto" del estado de cada uno de ellos.
"Cuando perdemos de vista la responsabilidad colectiva, la obligación de informar de nuestro estado, y cuando la ocultación de estos datos pueden poner en riesgo el buen hacer de una población como la nuestra, que ha luchado y lucha con todas sus fuerzas porque la enfermedad no nos llegue, por compatibilizar el desarrollo social y económico con todas las medidas de seguridad y de salud necesarias, sólo tengo palabras de enfado y decepción", apunta el alcalde.
Tras destacar que la sociedad es responsable, añade que hechos como estos "deberían hacernos pensar a cada segundo en la palabra responsabilidad". "La vida de los demás y la nuestra propia, depende más que nunca de ello".
"Aún con el enfado por el hecho de que pasen y se den estos casos, quiero trasladar mi apoyo a todos los contagiados y desearles una pronta y buena recuperación", subraya Esteban, quien apela y demanda a la población de Marchamalo que siga con la misma forma de vida que hasta ahora, "cumpliendo estrictamente con el uso de mascarilla, la higiene de manos y la distancia de seguridad".
"Si seguimos así esto puede quedarse aquí, salvo excepciones mínimas, que las habrá. Pero si nos relajamos y no cumplimos con nuestra obligación, todo lo que hemos conseguido hasta ahora lo habremos echado por tierra. Y después no ganamos nada con lamentarnos", concluye.