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8 oct. 2019 11:47H
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MADRID, 8 (EUROPA PRESS)

Las playas urbanas tienen niveles elevados de bacterias resistentes a los antibióticos (AbR) después de la lluvia, a causa de que las aguas pluviales, las aguas residuales y la infraestructura de flujo de residuos urbanos, como las tuberías, son posibles reservorios y canales para la propagación de AbR en aguas costeras naturales, según una investigación dirigida por la Universidad de Tecnología de Sídney (Australia).

La investigación, que ha sido publicada en 'Water Research', ha destacado el intercambio de microbios resistentes a los antibióticos entre las corrientes de aguas residuales humanas y los ecosistemas naturales y un mecanismo para un riesgo de exposición al AbR potencialmente significativo para los humanos.

Los resultados del estudio proporcionan vínculos claros entre la descarga de aguas pluviales -que a veces incluye el desbordamiento del alcantarillado en climas húmedos- y la presencia de AbR en microorganismos que viven en hábitats urbanos de playa.

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores se centraron en 31 genes AbR, incluidos los genes que proporcionan resistencia a las bacterias a importantes antibióticos de primera línea utilizados para tratar enfermedades humanas y animales comunes, y encontró un aumento considerable en la abundancia de estos genes en el agua de mar costera justo después de la lluvia.

El primer autor, quien ha realizado la investigación como parte de su doctorado en el Clúster del Cambio Climático en la Universidad de Tecnología, el doctor Ric Carney, ha asegurado que el estudio es único por la forma en la que combina un régimen de muestreo intenso con enfoques biológicos moleculares para rastrear patrones en genes AbR en dos sitios de estudio contrastantes (Foreshore Beach dentro de Botany Bay y Maroubra Beach, en el sur de Sydney).

"La presencia de genes AbR aumentó significativamente junto con el aporte de aguas puviales y los eventos de WWSO modelados, que ocurren después de la lluvia. Nuestros resultados indican que algunas bacterias presentes en las corrientes de desechos urbanos transportan genes AbR, que posteriormente se lavan en ambientes marinos naturales a través de salidas de aguas pluviales", ha añadido.

Por su parte, el investigador principal, el profesor del Clúster de Cambio Climático de la UTS, Justin Seymour, ha destacado que las observaciones resaltaron el papel del agua de tormenta y WWSO como un medio para que las bacterias potencialmente patógenas que transportan genes AbR crucen los límites del hábitat.

"Esta investigación destaca el riesgo potencial de niveles significativos de exposición humana a bacterias resistentes a los antibióticos dentro de las playas costeras que están sujetas a la escorrentía urbana, pero las implicaciones para la salud de esta exposición aún no están definidas", ha indicado.

Sin embargo, ha afirmado, los hallazgos realmente refuerzan los mensajes de las autoridades para evitar nadar en el océano y otras vías fluviales después de fuertes lluvias, ya que se trata de un problema global que afectará a cualquier región costera urbanizada.

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