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22 may. 2020 14:21H
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MADRID, 22 (EUROPA PRESS)

Un consorcio europeo de expertos académicos en imagen del ojo y biomecánica ocular, clínicas oftalmológicas y empresas, liderado por científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), está desarrollando nuevas técnicas de imagen para diagnosticar y tratar a la carta patologías oculares de forma personalizada.

El proyecto, denominado 'Imcustomeye' y financiado por el programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea, tiene por objetivo la implementación de técnicas no invasivas para los pacientes con enfermedades corneales y glaucoma.

La córnea es la lente más externa del ojo. Junto con el cristalino proyecta las imágenes del mundo exterior en la retina. La integridad estructural de esta cúpula transparente se basa en fibras de colágeno finamente intercaladas. Su forma regular es, por lo tanto, el resultado de su rigidez biomecánica, si bien en cada persona, la córnea puede reaccionar de manera diferente a los estímulos mecánicos.

Existen afecciones oculares en las que la córnea se altera quirúrgicamente, bien tallándola con láser o mediante implantes corneales o incisiones. Es el caso de los tratamientos frente a la miopía, que afecta al 30 por ciento de la población en los países occidentales y al 90 por ciento en algunas poblaciones asiáticas.

Asimismo, la presbicia, que es la pérdida de capacidad de enfoque dinámico que afecta al cien por cien de las personas mayores de 45 años, y la catarata, que supone una pérdida de transparencia, y que sufre el 50 por ciento de la población mayor de 65 años.

En varias patologías, como en el caso del queratocono, que afecta al uno por ciento de la población, la córnea se debilita localmente, lo que resulta en abultamiento y distorsión de la visión. El tratamiento del queratocono requiere implantar una estructura de soporte dentro de la córnea (segmentos del anillo intracorneal) o endurecerla infundiendo un tinte e irradiando con luz (una técnica llamada cross-linking).

"Si bien todos estos tratamientos dependen en mayor o menor medida de la respuesta mecánica de la córnea, hoy en día no existe un instrumento clínico que detecte anomalías mecánicas corneales o que pueda ayudar a predecir la respuesta mecánica a la cirugía, y a mejorar el diagnóstico de otras enfermedades como el glaucoma", ha explicado la investigadora del CSIC Susana Marcos, que dirige el grupo que coordina 'Imcustomeye' en el Instituto de Óptica Daza Valdés del CSIC.

Los investigadores del CSIC han desarrollado ya dos prototipos de instrumentación que han presentado a la Oficina Europea de Patentes. El primero de los instrumentos es un sistema de imagen de tomografía de coherencia óptica que mide la deformación corneal a un pulso de aire en varios planos de sección ocular, llamados meridianos, un sistema que ya han demostrado en sujetos en vivo.

El segundo de los instrumentos es un sistema de vibrometría que excita resonancias en la córnea mediante un estímulo acústico. "Su utilidad reside en obtener simultáneamente un marcador de anomalías biomecánicas en la córnea y la presión intraocular", han aseverado los expertos.

"'Imcustomeye' es un proyecto muy ambicioso en el que se está trabajando para que nuevas soluciones oftalmológicas lleguen a todo el mundo. Este proceso requiere la concurrencia de múltiples actores y la coordinación a través del comité creado favorecerá sinergias, maximizando el resultado del trabajo conjunto de investigadores, socios comerciales e instituciones desde el inicio del proyecto", ha subrayado la vicepresidenta adjunta de Transferencia del Conocimiento, Ángela Ribeiro.

La iniciativa también incluye compañías internacionales, seleccionadas por su experiencia técnica única en la industria oftálmica y su posición estratégica en el campo (2EyesVision, empresa de base tecnológica del CSIC, la empresa alemana Oculus y las suizas Optimeyes e IROC Science) y clínicas de oftalmología (Moorfields Eye Hospital en Londres -Reino Unido- y el Instituto Oftalmológico Fernández Vega en Oviedo), en las cuales se llevarán a cabo los estudios clínicos para probar estas tecnologías.

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