El consejero de Sanidad dice que la situación en estos centros "es complicada" y todavía "no se puede dar por controlada"
SANTANDER, 6 (EUROPA PRESS)
Cantabria analizará a "todos" los usuarios de las 82 residencias de mayores de la comunidad autónoma --donde viven 5.945 personas-- en busca de casos de coronavirus y realizará inspecciones en estos centros --donde hay 272 casos activos y más de una veintena de fallecidos-- por si hubiera existido alguna "negligencia" en ellos durante esta crisis sanitaria, aunque, en general, "no tiene quejas".
Así lo ha anunciado este lunes el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), durante su comparecencia en el Pleno del Parlamento de Cantabria, para dar cuenta de la situación del coronavirus, al igual que el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez.
Revilla, que ha comparecido con guantes de protección, ha reconocido ante un hemiciclo casi vacío que la propagación del virus en las residencias de mayores ha sido, y es, el "mayor problema" de la epidemia en Cantabria, y aún se está en fase de dar "una solución definitiva".
Pese a ello, el presidente ha vuelto a subrayar que los datos de casos positivos en las residencias de mayores de la comunidad están "muy por debajo" de la media del país y de algunos territorios, como Madrid.
El presidente de Cantabria ha explicado que, por ahora, se han realizado 1.192 pruebas de detección del coronavirus en las residencias de mayores y, con la remesa de 12.700 test recibidos el domingo y enviados por el Gobierno de España se analizarán a "todos" en busca de casos de COVID.
De las 82 residencias que hay en Cantabria, casi todas privadas aunque con plazas concertadas, hay en 15 que han registrado algún caso positivo.
De hecho, Revilla ha señalado que ha habido algunas en las que prácticamente todos han estado infectados.
Ha señalado que esta propagación ha llegado también al personal que atiende a estas personas y ha generado que algunos haya causado baja. Además, ha añadido que pese al "heroismo" de la gente en colaborar en esta situación, hay gente "muy reticente" a trabajar o ayudar a atender a estas personas mayores en centros con muchos infectados.
En este sentido, Revilla ha explicado que ha habido que "obligar" a personal que trabaja en centros de días a acudir a estos centros de trabajo, a donde se han remitido ya 15.
Además, ha señalado que en la bolsa abierta por el Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS) para que en ella se apuntaran personas dispuestas a trabajar en estos centros hay inscritas un millar de personas.
SITUACIÓN COMPLICADA QUE NO SE PUEDE DAR POR CONTROLADA
Por su parte, el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha coincidido con el presidente en que la situación en las residencias de mayores "es complicada" debido a que los usuarios son un colectivo "vulnerable" al coronavirus.
Así, pese al "esfuerzo" realizado para tratar de evitar y frenar la expansión del Covid-19, "no se puede dar por controlada" la situación en estos centros, que acumula 294 casos activos en 14 residencias y 25 fallecidos, siendo la proporción de víctimas "menor" que en otras comunidades.
En su comparecencia ante el Pleno -a continuación del presidente, una vez limpiado el atril pero sin guantes de protección-, el consejero ha destacado que una de cada tres muestras hechas hasta ahora para detectar el patógeno se han realizado en residencias.
Así, por cada test practicado a un ciudadano de Cantabria se han llevado a cabo 14 a usuarios de centros de mayores y 30 entre sus trabajadores, índice superior al de los profesionales sanitarios.
"Hemos testado al personal de la residencias dos veces más que a nuestro propio personal sanitario", ha comparado Rodríguez, para quien estas cifras evidencian que la atención a estos centros ha sido "máxima".
Aún así, la Consejería ha decidido que los test rápidos que ha recibido Cantabria se van a usar de forma prioritaria en residencias, donde además se incidirá en las medidas organizativas decretadas por el Ministerio respecto a estos y otros centros sociosanitarios.
En su intervención, el titular de Sanidad ha defendido que desde los inicios del coronavirus y antes de que se declarase la pandemia las residencias fueron uno de los principales objetivos en Cantabria, donde ya el 9 marzo se elaboró el primer protocolo de actuación, que ha tenido dos actualizaciones: el 19 y 22 de ese mes.
También el día 9, antes de que se decretase el estado de alarma, la Comunidad Autónoma limitó la asistencia de visitantes, ONGS y voluntarios a estos centros.
Y el 15, cuando aún no había ningún caso positivo confirmado en este ámbito, la Dirección General de Salud Pública se reunió con responsables del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS) para consensuar un protocolo con el que detectar de forma "temprana" cualquier caso.
El objetivo era, en palabras de Miguel Rodríguez "realizar una búsqueda activa entre los usuarios y no esperar a que los casos nos sorprendieran".
Con ese fin, se preparó entonces un sistema de recogida de muestras con dos equipos de intervención rápida del 061, dedicados por la mañana a la recogida de muestras en residencias y por la tarde a la gestión de las mismas entre trabajadores de esos centros, siendo la primera comunidad junto en Galicia en habilitar esta práctica.