MADRID, 07 (EUROPA PRESS)
El agua potable contaminada con arsénico puede engrosar la cámara de bombeo de ventrículo izquierdo del corazón en adultos jóvenes, lo que aumenta el riesgo de futuros problemas cardíacos, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (EEUU).
Este hallazgo, que se publican 'Circulation: Cardiovascular Imaging', una revista de la American Heart Association, se ha conseguido tras la revisión de los datos del Estudio de la familia Strong Heart, un estudio que evalúa los factores de riesgo cardiovascular entre jóvenes adultos indios americanos de Oklahoma, Arizona y Dakota del Norte y del Sur.
La exposición al arsénico se midió en muestras de orina de 1.337 adultos (edad promedio 30,7 años, 61 por ciento mujeres) y el tamaño, la forma y la función de sus corazones se evaluaron mediante ecografía (ecocardiografía). Ninguno de los participantes tenía diabetes o enfermedad cardíaca al inicio del estudio de cinco años.
"Las personas que beben agua de pozos privados, que no están regulados, deben tener en cuenta que el arsénico puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular. La prueba de esos pozos es un primer paso crítico para tomar medidas y prevenir la exposición", ha señalado Ana Navas-Acien, profesora de Ciencias de la Salud Ambiental en Columbia Mailman School, y autora principal.
Las personas que más están expuestas al arsénico, un metal tóxico, eran las que recogían agua potable en áreas donde está se extrae de aguas subterráneas que puede estar contaminada, lo que incluye a muchas comunidades tribales de indios estadounidenses y otras comunidades rurales y suburbanas de los Estados Unidos.
Anteriormente, varios estudios han demostrado que la exposición al arsénico aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y sus factores de riesgo, como la presión arterial alta y la diabetes. Este es el primer estudio que revisa la pregunta en adultos jóvenes. En general, la exposición al arsénico fue mayor que en la población general de los Estados Unidos, pero menor que la encontrada en otros estudios realizados en México y Bangladesh.
58% MÁS DE POSIBILIDADES DE ENGROSAMIENTO DEL VENTRÍCULO
Con un aumento de dos veces el arsénico en la orina, los investigadores observaron que su exposición aumentaba un 47 por ciento más de posibilidades de engrosamiento de la cámara de bombeo principal del corazón (ventrículo izquierdo) en el grupo en su conjunto; y un 58 por ciento más de posibilidades de engrosamiento del ventrículo izquierdo en participantes con presión arterial alta o elevada.
"La asociación más fuerte en sujetos con presión arterial elevada sugiere que las personas con enfermedad cardíaca preclínica podrían ser más propensas a los efectos tóxicos del arsénico en el corazón", explica Gernot Pichler, y especialista médico en medicina interna, Departamento de Cardiología en el Hospital Hietzing/Heart Center Clinic Floridsdorf en Viena, Austria.
Aunque este estudio se realizó en poblaciones tribales en el norte, centro y suroeste de los Estados Unidos, es probable que los resultados se puedan generalizar a millones de personas en otras zonas rurales expuestas a niveles bajos o moderados de arsénico en su agua. El estudio también tuvo solo una medida de la exposición al arsénico y no incluyó el seguimiento a largo plazo de los participantes.
"El estudio plantea la cuestión de si los cambios en la estructura del corazón son reversibles si se reduce la exposición. Se han producido algunos cambios en las fuentes de agua en las comunidades del estudio, y será importante verificar el posible impacto en la salud de la reducción de la exposición al arsénico", señala Pichler, quien es además profesor visitante en el Departamento de Ciencias de la Salud Ambiental en la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia.