MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
En la última década 221 personas se han interesado por donar un riñón en vida a un receptor desconocido, un acto altruista conocido como el donante 'buen samaritano', un hitos del Programa Español de Trasplante Renal Cruzado, al que finalmente solo han podido acceder 18 personas que, tras completar la evaluación médica y psicosocial con éxito, han permitido la realización de 55 trasplantes renales desde 2010.
"Cada uno de estos donantes ha beneficiado a 3 pacientes de media", y, "gracias a ellos, se han podido iniciar 17 cadenas de trasplantes cruzados", señala la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) con motivo del Día Nacional del Donante de Órganos, Tejidos y Células, que se celebra este miércoles.
La cadena más larga hasta el momento se realizó en 2014; iniciada por un "buen samaritano", en la cadena participaron cinco parejas y se realizaron seis trasplantes. Además, los órganos se trasladaron en vuelos regulares.
En su mayoría, los donantes buenos samaritanos son varones, con una media de edad de 48 años, sin cargas familiares y con una clara trayectoria vital altruista (donantes de sangre o de médula ósea, con tarjeta de donante, colaboradores o miembros de ONG). La mayoría, tras ser informados de las diferentes opciones, deciden donar iniciando cadenas de trasplantes, con lo que incrementan notablemente el impacto de su gesto.
LA SEGURIDAD DE LA DONACIÓN RENAL EN VIDA
"La protección de donantes y receptores es una de las principales misiones del programa nacional de donación y trasplante", siendo el Registro Español de Donante Vivo Renal una de sus herramienta. Este Registro, coordinado por la ONT y las Coordinaciones Autonómicas de Trasplante, y en el que participan 33 hospitales de todo el país, ya ha permitido analizar la evolución de 2.463 personas que donaron en vida un riñón entre 2010 y 2017.
El Registro recoge información sobre las características basales de los donantes vivos renales, la cirugía que posibilita la donación (nefrectomía) y el estado médico de los donantes a corto, medio y largo plazo tras la donación.
En lo que respecta al perfil del donante vivo renal, seis de cada diez son mujeres y su media de edad es de 51 años. La relación más frecuente entre donante y receptor es cónyuge/pareja sentimental en un 33% de los casos, seguida de padre/madre (28%) y hermano/a (24%).
La intervención quirúrgica se lleva a cabo por técnicas poco invasivas (mediante cirugía laparoscópica en el 98% de los procedimientos), lo que permite una estancia corta en el hospital, de sólo cuatro días de media.
"Como en toda intervención quirúrgica, el riesgo cero no existe", sin embargo el registro muestra que sólo uno de cada 156 donantes precisó revisión quirúrgica de la cirugía tras la intervención antes de recibir el alta, una cifra similar a la publicada en las grandes series internacionales.
La supervivencia al alta hospitalaria es del 100% y del 99,6% a los seis años, sin fallecimientos relacionados con la donación. Asimismo, durante los primeros tres meses posteriores a la donación, se aprecia una reducción de la función renal, que el otro riñón compensa en los meses siguientes y permite al donante llevar una vida normal.