David Castillo, director de Legal y Compliance de Fenin.
El
Código Ético del Sector de Tecnología Sanitaria es un documento vivo que no deja de latir. En 2018 entró en vigor, pero tuvo una última actualización en 2023. No obstante, no deja de haber novedades en él, tal y como apuntan desde la
Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) a
Redacción Médica, ya dibujan los siguientes aspectos que deberán integrarlo. Por ejemplo,
la publicidad, las redes sociales, la inteligencia artificial y los canales digitales.
"Son cuestiones que ya están siendo analizadas por la
Unidad de Ética y Cumplimiento de
Fenin. Cabe recordar que actualmente se está tramitando el proyecto de
RD de Publicidad de Productos Sanitarios, y cuyo contenido aborda la publicidad en redes sociales (por ejemplo, la publicidad por influencers, etc.)", detalla David Castillo, director de Legal y Compliance de Fenin.
Asimismo, en el
ámbito de las redes sociales, también especifican que "se están
analizando otras cuestiones en ciernes que pueden recogerse en
próximas actualizaciones del código". Castillo se refiere, por ejemplo, a lo relacionado con las nuevas tecnologías: soluciones digitales,
herramientas basadas en IA de aplicación en salud, etc.
Compromiso ético del sector de la tecnología sanitaria
La creación del mismo se enmarca en el compromiso del sector de la tecnología sanitaria por ser un
ejemplo en el cumplimiento de las disposiciones legislativas y reglamentarias tanto nacionales e internacionales que le sean aplicables, en especial en materia de seguridad, calidad y rendimiento,
publicidad y promoción, protección de datos, anticorrupción, salud y seguridad ambiental y competencia. En él se plasma el compromiso de respetar y promover los principios establecidos en el código en sus relaciones con los
profesionales sanitarios, pacientes e instituciones sanitarias.
Hay que tener en cuenta que el documento actual está elaborado con la
colaboración de las sociedades científicas y permite "dar un salto cualitativo" en la protección de la formación médica independiente aportando nuevas medidas de transparencia. En este sentido, desde Fenin destacan que no hay una periodicidad fija para próximas actualizaciones: "Está concebido como un
documento dinámico y abierto a nuevas actualizaciones cuando las circunstancias lo requieran, en función de los futuros escenarios que se constaten en el ámbito del compliance".
El código es fruto de las políticas de cumplimento del sector a nivel internacional, de hecho, pretende transponer en España
la autorregulación europea del sector. Concretamente, a nivel europeo se revisa cada cinco años y atendiendo a esta última revisión, nació la nueva versión que entró en vigor en 2024. ¿Cuáles son los principios del código ético? Entre ellos están los referentes a:
uso seguro y eficaz de la tecnología sanitaria; investigación y educación; imagen y percepción; separación; legalidad; interés legítimo; integridad y confianza, etc.
Incluir en el código a los pacientes
En palabras del director de Legal y Compliance de Fenin, más allá de las actualizaciones del texto, también promueven otras acciones. "Es el caso de la reciente puesta en marcha de
curso de e-learning que permite familiarizarse de forma rápida y sencilla con sus principios y
aplicarlos en el día a día", asegura.
Respecto a la última versión de esta hoja de ruta, dio respuesta a nuevos retos surgidos en el ámbito del compliance en los últimos años. Entre otros, las
interacciones con stakeholders de gran relevancia en la actualidad —como las asociaciones de pacientes— y la gestión de las denominadas "terceras partes", como son los agentes y distribuidores. "También sienta las bases para la
autorregulación de la actividad promocional de los productos sanitarios, siempre teniendo en cuenta que se está tramitando una nueva normativa en este campo", añade Castillo.
Precisamente, una de las razones de esta actualización responde al reconocimiento de la mayor importancia que tienen las
asociaciones de pacientes y grupos de defensa de pacientes en el escenario sanitario. "Son stakeholders habituales de nuestra industria, como usuarios de las tecnologías sanitarias, productos y servicios que desarrolla nuestro sector. Por ello, resulta aconsejable establecer las
directrices para un marco de colaboración entre ambas partes con las máximas garantías éticas, transparencia y seguridad", concluye el experto.
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