El director de IASalud de la Universidad Europea, Juan José Beunza.
La incorporación de la
inteligencia artificial (IA) en el ámbito sanitario está marcando el inicio de una era revolucionaria, capaz de transformar de manera significativa tanto el
diagnóstico como la
planificación de tratamientos médicos.
El catedrático de Salud Pública y director de IASalud de la Universidad Europea,
Juan José Beunza, explica que la
IA se presenta como una herramienta potentísima que abarca prácticamente
todo el proceso clínico, desde el
screening inicial hasta la monitorización y
personalización de las terapias. También se ven involucrados procesos como el diagnóstico por imagen o la estratificación de riesgo.
Sin embargo, esta tecnología aún enfrenta desafíos importantes, como, por ejemplo, la necesidad de asegurar su
validez externa para que los algoritmos sean efectivos en poblaciones distintas a aquellas en las que fueron entrenados, evitando el sobreajuste. A pesar de estos retos, las aplicaciones de la IA en la salud están en constante evolución.
Los
Large Language Models como ChatGPT están abriendo nuevas vías para el manejo de la información clínica, permitiendo la generación automatizada de informes médicos y mejorando significativamente el registro de datos clínicos, aunque aún se enfrentan a limitaciones en términos de precisión y confiabilidad.
Algoritmos para detectar patrones de malignidad
En cuanto al diagnóstico de enfermedades, especialmente aquellas difíciles de detectar como ciertos tipos de cáncer, la IA muestra un potencial enorme. La
habilidad de los algoritmos para identificar patrones de malignidad en las imágenes diagnósticas augura un futuro donde el trabajo de especialistas como radiólogos y patólogos será enormemente enriquecido por estas herramientas.
Desde la perspectiva del paciente, la IA promete transformar la
gestión de la información sanitaria, permitiendo un acceso más ágil y eficiente a los datos de salud. Sin embargo, esta transformación digital conlleva preocupaciones acerca de la despersonalización de la atención médica y el temor de que pueda llegar a sustituir al médico. El catedrático de Salud Pública y Educación Interprofesional de la
Universidad Europea de Madrid asegura que, “por ahora, la IA actúa como un complemento que empodera a los profesionales de la salud, sin sustituirlos”.
En el corto y medio plazo, es aún inconcebible que la IA pueda realizar el trabajo de un médico. Pero si es una realidad que puede mejorar el trabajo del especialista. Por tanto, todo médico debería realizar
un trabajo de actualización en el uso de este tipo de herramientas.
Inversiones de formación y tecnología de los hospitales
Para integrar la IA en la práctica clínica de manera efectiva, se requiere de
inversiones significativas en formación y
tecnología por parte de los hospitales. Beunza subraya la importancia de crear equipos híbridos que combinen la experiencia clínica con el conocimiento técnico para superar las barreras existentes entre estos dos mundos.
Además, la IA se perfila como una aliada clave en el
desarrollo de nuevos fármacos y tratamientos, prometiendo reducir tiempos y costos de desarrollo, y abriendo el camino a terapias innovadoras.
El director de IASalud de la Universidad Europea, señala que, en un
lapso de 3 a 5 años, la IA estará integrada de manera rutinaria en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades en los hospitales españoles, marcando un antes y un después en la atención sanitaria.
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