Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
La escasez de
microchips es uno de los mayores problemas que afronta el mercado a nivel mundial. Actualmente, en una industria cada vez más digitalizada, estos componentes se utilizan en casi cualquier sector y la falta de los mismos ha provocado, por tanto, un efecto dominó que ha afectado al
ámbito sanitario. Concretamente en España, esta crisis le ha encontrado en plena
renovación del parque tecnológico. Una situación que ahora pretende investigar la
Comisión Europea, que ya ha anunciado que próximamente va a distribuir una encuesta entre todos los países miembros de la UE para saber cómo está impactando esta escasez de suministros.
Según han informado fuentes de la Comisión Europea a
Redacción Médica, este organismo “pronto lanzará una
encuesta para recopilar información y conocimientos sobre la demanda actual y futura de chips”, así como para averiguar en qué grado está afectando esta crisis a la industria europea. El objetivo, aseguran, es
evaluar la demanda y ayudar a los responsables políticos de cada país a
configurar las medidas necesarias para satisfacer las necesidades que previamente se hayan planteado en este informe.
Los microchips son imprescindibles para fabricar cualquier equipo electrónico actual. Por ello, la informática, la automoción y la sanidad, entre otros sectores, ya han percibido los efectos de esta crisis. Precisamente España se encontraba ahora en el camino de
acabar con la obsolescencia del parque tecnológico actual y pretendía renovar todos los equipos que tuviesen una antigüedad superior a diez años. Como recoge el
Plan de Inversiones en Equipos de Alta Tecnología (Inveat) del Sistema Nacional de Salud, se instalarán 847 equipos de alta tecnología para mejorar la supervivencia y calidad de vida del paciente mediante el diagnóstico temprano en patologías de mayor impacto sanitario como las enfermedades crónicas, oncológicas, neurológicas y las enfermedades raras.
El Plan de Inveat cuenta con una dotación de más de 796 millones de euros para renovar el parque tecnológico sanitario
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Dicho plan cuenta con
una dotación de 796.100.000 euros. Este año, las comunidades autónomas y el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) recibieron 400 millones y el importe restante, 396 millones, se transferirá en el 2022. En la cartera de servicios, se incluyen aceleradores lineales,
resonancias magnéticas, equipos de braquiterapia digital,
angiógrafos de neurorradiología y vasculares, gamma cámaras y salas de hemodinámica para consolidar, según el Ministerio de Sanidad, la equidad en el acceso a la alta tecnología y mejorar la calidad asistencial y la seguridad de pacientes y profesionales.
Aunque es indiscutible que esta falta de suministros ha repercutido tanto a la industria española, como a la europea y a la mundial, todavía queda descubrir cuál ha sido el nivel de este impacto. Para ello, la Comisión Europea indagará con esta encuesta en qué necesita cada país miembro y aportará soluciones para solventarlo. Por el momento, hay que recordar que
los microchips son necesarios para los procesos de producción en multitud de empresas y que la demanda de los mismos se ha disparado desde que comenzó la pandemia del Covid-19. De este modo, se prevé que, por el momento, se ralentice la llegada de estos nuevos equipos así como la fabricación de los mismos.
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