El gurú español de IA en Microsoft: "La auténtica telemedicina no existe"

Julián Isla, responsable de Recursos de Consultoría de Datos e Inteligencia Artificial en Microsoft España, ha desmontado en declaraciones a Redacción Médica la gran apuesta sanitaria por la telemedicina. Un servicio que ha ganado terreno en el sector, especialmente a raíz de la pandemia del Covid-19, ya que son muchos hospitales y centros de salud los que están actualmente impulsando e implementando esta herramienta en su asistencia. No obstante, como ha detallado este experto de la informática a nivel internacional, la aplicación de la telemedicina “no existe verdaderamente” porque los sistemas de información en el sector sanitario “son muy herméticos, muy antiguos y muy poco dados a la extensibilidad con otras aplicaciones”.  

Según este profesional, también miembro del Comité de Medicamentos Huérfanos de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), “es necesario que la información médica esté estructurada para que se puedan hacer cosas con ella”. De hecho, ha señalado en este sentido que “la inyección de datos externos a un sistema informático sanitario no está bien preparada”, ya que no cuenta con las interfaces correctas para que así se produzca. Una situación que ha ejemplificado con el caso familiar de un diabético, que tiene que apuntar los valores del glucómetro en un cuaderno de papel. “¿Cómo hacemos telemedicina si mi suegro tiene que anotar en un cuaderno, hacer una fotocopia y llevarlo a un centro de salud?”, se ha preguntado.

“Nadie se ha preocupado por inyectar la información que genera este glucómetro en el programa que el médico va a consumir”, ha insistido. “Con lo cual, hay que hacer un proceso manual y, esa, es la clave del problema”, ha lamentado. Es todo ello que ha defendido que la telemedicina como tal “no existe verdaderamente” y, además, ha trasladado que “va a costar muchísimo que así sea”.

“El gran problema es que los sistemas de información médica son muy herméticos, muy antiguos y muy poco dados a la extensibilidad con otras aplicaciones. Ese es el gran problema al que nos enfrentamos en la Medicina moderna”, ha explicado. “Cualquier cambio, implica una aplicación externa y algo imposible”, ha detallado.

La información es poder

“La telemedicina deja de funcionar cuando la información médica también se produce fuera del centro asistencial. Ahí está descontrolado”, ha insistido. Así, ha recordado que actualmente existe una cantidad muy elevada de pacientes que están en sus casas tomándose la tensión o haciendo otro tipo de mediciones, como contabilizar pasos, horas de sueño o ingesta de líquidos. Sin embargo, esta información desaparece porque “no tenemos mecanismos de inyección de datos en los sistemas de información, ni siquiera sistemas de análisis”.

No obstante, ha reconocido que este “es un tema difícil de resolver por la propia situación del Sistema Nacional de Salud (SNS), con la descentralización de las competencias de la información” y, en este caso, “el Ministerio de Sanidad es imposible que sea la solución porque no tiene competencias para ello”. “Creo que políticamente se tendría que tomar una decisión para generar un estándar en el que la gente pueda interoperar y comunicar datos. Probablemente, que primero sea obligatorio que los sistemas de salud se intercomuniquen y, después, pueda suceder lo mismo entre otras comunidades autónomas. “Eso o, directamente, deshacerlo todo y olvidarnos de una arquitectura de este tipo y pensar que es imposible centralizar los datos en el paciente”, ha zanjado.

Por otro lado, ha confesado que “desprenderse de los datos no es sencillo”. Una afirmación que ha respaldado aludiendo a una investigación que concluye que el 90 por ciento de los proyectos de investigación que se hacen en Medicina, no publican los datos. “Solo le interesa al paciente compartir sus datos y, como no los tiene, estamos fastidiados”, se ha quejado.

Por todo ello, ha declarado que para conseguir la ‘verdadera telemedicina’ se requiere “un gran cambio cultural que implica mover muchas sillas”. “Porque donde hay información, hay poder”, ha asegurado.