Lo han diseñado mediante impresión indirecta en 4D.
Investigadores del laboratorio ETH
Zúrich (Suiza) han conseguido imprimir el
stent más pequeño del mundo hasta la fecha, que mide solo 50 micrómetros (0,05 mm) de ancho y medio milímetro de largo, lo que significa que es 4
0 veces más pequeño que los dispositivos de este tipo producidos hasta el momento.
Aproximadamente uno de cada mil niños desarrolla una estenosis uretral, a veces incluso cuando todavía son un feto en el útero. Para evitar que se acumulen en la
vejiga niveles de orina potencialmente mortales, los cirujanos pediátricos tienen que extraer quirúrgicamente la sección afectada de la uretra y coser de nuevo los extremos abiertos de la sonda. Sin embargo, sería menos dañino para los
riñones si se pudiera insertar un stent para ensanchar la constricción mientras el feto aún está en el útero.
Esta diseñado para ayudar a niños con defectos congénitos del tracto urinario
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Estos dispositivos se han utilizado para tratar los vasos coronarios bloqueados desde hace algún tiempo, pero el
tracto urinario en los fetos es mucho más estrecho en comparación. No es posible producir stents de tan pequeñas dimensiones con
métodos convencionales, por lo que estos investigadores se propusieron otras alternativas.
El grupo llama al método que han desarrollado impresión indirecta 4D. Utilizan el calor de un rayo láser para cortar una plantilla tridimensional (un negativo 3D) en una capa de micromoho que
puede disolverse con un disolvente. A continuación, rellenan el negativo con un polímero de memoria de forma y fijan la estructura utilizando luz ultravioleta. En el paso final, disuelven la plantilla en un baño de disolvente y se termina el
stent tridimensional.
Se trata de polímeros con memoria de forma
Son las propiedades de forma-memoria del stent las que le dan su cuarta dimensión. Incluso si el material está deformado, recuerda su forma original y vuelve a esta forma cuando se calienta. "
El polímero de memoria de forma es adecuado para tratar las estenosis uretrales. Cuando se comprime, el stent se puede empujar a través del área afectada. Luego, una vez en su lugar, vuelve a su forma original y ensancha el área restringida del tracto urinario", explican.
Sin embargo, puntualizan que estos stents "aún están muy lejos" de encontrar una aplicación en el mundo real. "Antes de que se puedan realizar estudios en humanos para demostrar si son adecuados para ayudar a
niños con defectos congénitos del tracto urinario, los stents deben probarse primero en modelos animales", concluyen.
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