Francisco Bosa (izq), jefe del Servicio del Hospital Universitario, y Carlos Vásquez (dcha), jefe de la Sección del Hospital Doctor José Molina Orosa.
Las Palmas de Gran Canaria acogió entre el 12 y el 14 de junio a hemodinamistas y
enfermeras del ámbito de la Cardiología. Y es que el Auditorio Alfredo Kraus fue sede de la trigésimo quinta edición del
Congreso de Cardiología Intervencionista. La última celebrada en el archipiélago canario fue hace 20 años, por lo que la vuelta es celebrada por los facultativos insulares. "Es el reconocimiento del nivel científico que se ha ido ganando a pulso en todo el archipiélago con un nivel de Cardiología Intervencionista a la par de toda España, equiparable a toda la península", ha indicado el asistente y jefe de la Sección de Cardiología Intervencionista del Hospital Universitario Doctor José Molina Orosa de Lanzarote, Carlos Vásquez.
Así, durante tres días, la capital canaria fue escenario de conversaciones entre profesionales de la especialidad sobre procedimientos, experiencias e investigación. Además, el congreso fue espacio de ponencias sobre patologías y
tratamientos. Entre los muros de piedra del auditorio, resonaron los
TAVI -reemplazos de la válvula aórtica transcatéter-,
los implantes percutáneos de las válvulas mitrales, la administración local de fibrinolíticos para tratar la embolia pulmonar, el proceso para aspirar un coágulo en la arteria pulmonar o los dispositivos de asistencia circulatoria, como es el caso de ECMO.
"Llevo más de 30 años haciendo Hemodinámica y lo que hacíamos entonces no se parece en nada a lo de ahora", ha reseñado Bosa
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Una serie de tecnologías y técnicas que
muestran el avance de la Cardiología Intervencionista en las últimas décadas. "Llevo más de 30 años haciendo Hemodinámica y lo que hacíamos entonces y lo que hacemos hoy no sé parece absolutamente en nada. Ni los procedimientos, ni el material, ni tan siquiera las patologías que ahora abordamos y antes ni se tocaban; es impresionante", ha afirmado el jefe del Servicio de Cardiología Intervencionista del Hospital Universitario de Canarias (Tenerife), Francisco Bosa.
Avances en Canarias
"La Cardiología Intervencionista tiene un gran desarrollo en Canarias", ha destacado Bosa. En el área que dirige
realizan operaciones en las válvulas aórticas y mitral -terapia borde a borde- y están pendientes de ampliar sus intervenciones a la tricúspide. “Solo en la aórtica, podemos colocar 100 implantes al año”, ha puntualizado. Además, su departamento tiene la capacidad para llevar a cabo litroticias intracoronarias, método por el que se emplean ultrasonidos para romper calcificaciones severas y facilitar los futuros implantes. "Los procedimientos los hacemos cada vez con un mayor nivel de seguridad", ha añadido.
La situación
es diferente en otras islas. En
Lanzarote el Servicio de Cardiología Intervencionista arrancó el 15 de octubre de 2023 -operativo desde una sala polivalente del Hospital Universitario Doctor José Molina Orosa- y está en proceso de formación. "Hemos poco a poco adquirido el parque tecnológico necesario para realizar los cateterismos cardíacos y los procedimientos intervencionistas para atender la urgencia y las emergencias, como el código de infarto, por ejemplo", ha asegurado Vásquez, quien espera que el área que encabeza mantenga el nivel de su anterior centro de referencia, el Hospital Universitario Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, a cuya unidad de intervenciones cardíacas derivaban a los pacientes necesitados de implantes en el corazón.
Perfil del paciente
El refuerzo de las unidades centradas en procedimientos quirúrgicos cardíacos en Canarias va unido al aumento generalizado del número de pacientes. La mayor esperanza de vida hace que las personas tengan más tiempo para enfermar, por lo que los individuos que atienden
suelen tener más años y contar con alguna patología adicional. "Tenemos, por lo general, personas que van desde los 80 hasta los 100 años, muchos de ellos con problemas renales o cardíacos previos", ha explicado Bosa.
Por otro lado, un porcentaje importante
proviene de fuera del archipiélago. La comunidad autónoma es destino habitual de personas de elevada edad que abandonan sus países para esquivar los inviernos fríos de sus lugares de origen. Su longevidad, unida a la presencia de patologías, hace que muchos requieran de atención sanitaria. "Esa peculiaridad, sobre todo en cardiología, la vemos en el día a día, sobre todo de octubre hasta mayo, en donde casi un tercio de los pacientes ingresados vienen de fuera. La mayoría hombres de origen británico y nórdico", ha delimitado Vásquez.
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