Nuria Pérez, biotecnóloga y gerente de la Unidad de Life Care de Lãberit.
Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), el aire de los espacios interiores puede estar "
de cinco a diez veces más contaminado que el aire exterior". Un hecho preocupante teniendo en cuenta que las personas pasan entre el 80 y el 90 por ciento del
tiempo en espacios cerrados. Por este motivo, las soluciones para mantener una
calidad óptima de aire en interiores ganan cada vez más protagonismo.
"
Los hospitales, los colegios, los lugares de ocio y cultura, nuestra vivienda o las oficinas, entre otros, son espacios donde estamos continuamente
expuestos a una mala calidad de aire que ocasiona disconfort y efectos negativos sobre la salud. Algunas de sus consecuencias son el
absentismo laboral, la falta de concentración y la pérdida de productividad en los lugares de trabajo", explica Nuria Pérez, biotecnóloga y gerente de la Unidad de Life Care de Lãberit, empresa dedicada al sector de la
desinfección y tratamiento del aire para mejorar la calidad en interiores.
Mejorar estos parámetros de calidad es uno de los aspectos que se aborda en el
Plan Estratégico de Salud y Medioambiente 2022-2026 del Ministerio de Sanidad y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
"Los tiempos de permanencia de las personas en interiores (que son habitualmente muy superiores a los de aire exterior), las mayores
concentraciones de los contaminantes (provenientes del exterior o generados en el interior) y una ventilación inadecuada implican un
mayor nivel de exposición a una mala calidad de aire. Por tanto,
empeora la salud de las personas, como se ha demostrado en la aparición de
efectos sobre el sistema respiratorio a largo plazo y efectos carcinogénicos", recoge el citado documento.
Espacios interiores con mala calidad de aire
En este sentido, el
Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) establece unas exigencias en relación a la calidad del aire interior y define varias categorías de calidad a satisfacer
según el uso del edificio. Por un lado, los edificios de uso particular; por otro, los edificios públicos no sanitarios utilizados por ocupantes con mayor riesgo como guarderías, colegios o residencias de ancianos; y, por último, los
edificios públicos de uso sanitario (centros de salud, hospitales, etc.).
En todos ellos, la calidad de aire interior está
mermada por tres agentes diferentes, tal y como indica Pérez:
-
Agentes físicos: la humedad y la temperatura. Provocados por un
sistema de ventilación incorrecto y por la contaminación exterior.
-
Agentes químicos: material particulado, compuestos orgánicos volátiles, formaldehído, productos de combustión, CO2, ozono y radón. Todos ellos son expulsados de
impresoras, fotocopiadoras, pinturas, mobiliario, barnices, textiles,
químicos de limpieza, cosméticos, calderas, seres vivos,
sistemas de ventilación o infiltración por basamento, entre otros.
-
Agentes biológicos: virus, bacterias, hongos, antígenos, endotoxinas y micotoxinas. Estos aparecen por un mal mantenimiento del
sistema de ventilación, por la transmisión de personas y plantas y por la
contaminación exterior.
"Las infecciones
asociadas con la asistencia sanitaria o infecciones nosocomiales son uno de los principales indicadores de la calidad que se debe tener en cuenta en el
sector hospitalario y clínico ya que es una importante causa de morbilidad que tiene una gran repercusión sobre el paciente y a nivel económico del sistema sanitario, suponiendo
millones de euros de gasto anual", subraya la biotecnóloga de Lãberit, que añade que la compañía tiene el objetivo de "mejorar enfermedades hospitalarias siendo el
tratamiento del aire y desinfección de superficies uno de los grandes hitos a través de los que se puede actuar".
La calidad de aire interior genera problemas para la salud
Los contaminantes tienen
efectos negativos en la salud, ya sea a corto, medio o largo plazo. La gravedad de estos estará definida por la frecuencia y duración de las exposiciones. Pérez apunta algunas de las consecuencias de respirar aire de mala calidad en interiores:
• Efectos leves en el
tracto respiratorio alto, como la
congestión nasal, estornudos, enfermedades respiratorias agudas, dificultades para respirar, y otros efectos como la conjuntivitis.
• Efectos sistémicos como
dolor de cabeza, dolores musculares, dificultad para concentrarse, etc.
• Enfermedades respiratorias crónicas como broncoconstricción, bronquiolitis,
diagnóstico de asma, reducción de la capacidad pulmonar, hipersensibilidad bronquial o asfixia.
• Cáncer
"Mantener un
aire limpio y controlado libre de microorganismos y tóxicos es clave para
prevenir múltiples enfermedades agudas y crónicas", concluye la experta.
Soluciones de Lãberit para mejorar la calidad de aire interior
Desde la Unidad de Life Care de Lãberit en la que trabaja Pérez, aportan soluciones adaptadas a los clientes y los sectores para "abordar la problemática de la desinfección y la
calidad de aire interior". Concretamente, estos son los productos que venden:
- Productos de la empresa canadiense Sanuvox, especialista en el diseño y fabricación de equipos de desinfección mediante tecnología UVC de 254nm. Con
equipos para la desinfección de aire a través de los conductos de ventilación,
Biowall e Il Coil Clean. En esta misma línea, disponen de equipos de aire forzado, purificación de aire mecánica, S100. Todos ellos se utilizan para ventilar los lugares donde no es posible hacerlo por conductos. "Con estos sistemas se pretende
mantener el aire continuamente limpio, libre de patógenos además de conseguir una disminución del consumo energético", afirma Pérez.
- Por otro lado, también junto a Sanuvox, cuentan con
dispositivos fijos (Asept1x) y móviles (Asept2x) para la desinfección de superficies.
- Por último, ofrecen un producto de la empresa de bioingeniería española
Biow Air System llamado CRU. "Es capaz de generar beneficios a nivel intracelular a corto, medio y largo plazo gracias a un excelente y minucioso
tratamiento del aire mediante un sistema de
flujo laminar y una tecnología patentada que cuenta con 10 etapas de nanofiltración con las que se consigue crear un Biowspace protegido,
libre de todo tipo de nanopartículas y patógenos, es capaz de eliminar Aspergillus al 100 por cien en tan solo 90 minutos", específica Pérez.
Estos sistemas están
instalados en más de 100 hospitales como la Clínica universidad de Navarra, los hospitales del Grupo Recoletas, Hospital Universitario de Torrejón, La Fundación Jiménez Diaz, Hospital Quirón Pozuelo, Hospital Clínica Benidorm, Hospital Clínico de Valladolid, el hospital de Boston, Maryland o Mont Sinaí.
"Este artículo contiene información patrocinada por Lãberit".
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