Alejandro Rodríguez Morata, presidente de CCEV, y Mercedes Guerra, jefe del Servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular del Hospital Universitario de Guadalajara.
El Capítulo de Cirugía Endovascular (CCEV) de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular ha celebrado entre el 23 y el 25 de noviembre el VIII Simposio Internacional de Cirugía Endovascular, en esta ocasión
centrado en la patología arterial. Alejandro Rodríguez Morata, presidente de
CCEV defiende que la formación continuada que se da con este tipo de congresos es la que hace que los cirujanos sean de calidad y seguros, por lo que el paciente y el sistema confía en ellos. Este aprendizaje es el latemotiv del CCEV: "Cirujanos vasculares formando a otros cirujanos vasculares", concreta.
CCEV reúne a profesionales de la cirugía cardiovascular para compartir los últimos avances de la materia
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Rodríguez Morata justifica que el cirujano vascular es un cirujano "anfibio", que sabe hacer una cirugía clásica abierta, que se sigue practicando, y también cirugía endovascular, de calidad y más compleja, lo que les permite ser más precisos y resolver complicaciones. Por ello, uno de los
objetivos primordiales que buscan, comenta, es que
aquellos profesionales que lleguen sigan formándose en ambos tipos de cirugía: "Que los cirujanos vasculares más jóvenes sigan formándose en la parte más clásica de la cirugía, pero con las mejores tecnologías".
Hasta este momento, la organización había intentado aglutinar en estas convenciones toda la patología endovascular, pero esto conlleva un inconveniente: tenían poco tiempo para hablar de las venas y poco tiempo para hablar de las arterias. La nueva junta directiva, que encabeza Rodríguez Morata, decidió solucionar esto haciendo
dos grandes eventos para focalizarse en la
patología arterial en noviembre, por un lado, y por otro en la
patología venosa en primavera.
Avances en la materia
En el Simposio se han presentado algunos casos. Como el de la nueva plataforma fenestrada a medida para aneurismas de aorta abdominales con dos niveles de fijación activa y tecnología anti desconexión modular, por
Mercedes Guerra, jefe del del Servicio de Angiología , Cirugía Vascular y Endovascular del Hospital Universitario de Guadalajara. La sanitaria apostilla que, aunque esta definición de la nueva prótesis puede ser un poco tecnócrata, muestra el desarrollo de la tecnología y "
pone de manifiesto que la industria nos ayuda a tener nuevas soluciones para pacientes cada vez más complejos". Este tipo de plataforma, detalla, posibilita fijar la prótesis para prevenir problemas que tengan con el seguimiento. En este avance se mantienen también los desarrollos anteriores, como mantener ganchos entre las distintas piezas de conexión de esta prótesis para que no se desensamblan una de otras.
El salto cualitativo de este avance, concreta, ha sido poder bajar el perfil, es decir, que
estas prótesis posibilitan entrar por arterias "más dificultosas, estrechas, calcificadas,
propias de pacientes más mayores, además de poder pasar por arterias muchísimo más pequeñas".
Por otro lado, el diseño que tiene la prótesis con dos patas hace que solo haya que entrar en ella una sola vez, y no como anteriormente, cuando que se tenía que poner otros dispositivos adicionales, desarrolla la sanitaria. "¿Esto en qué impacta en el paciente? En el tiempo de la cirugía, que se acorta y posibilita que operes más enfermos en una misma jornada, que ahorres costes y sobre todo en radiación, tanto para el paciente como para el personal sanitario", puntualiza.
Toda la innovación en intervenciones también hace que Guerra se plantee un debate: las monedas tienen dos caras y ahora, que la tecnología parece que da la oportunidad de hacerlo todo, ella reflexiona sobre la necesidad de meter otros conceptos, como los recursos, que son limitados, hasta dónde se tiene para gastar, a qué pacientes se han de seleccionar, etc. La ponente
considera imprescindible hacer estudios de costes-eficacia y para ello anima al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas a trabajar codo con codo con los profesionales para evaluar el coste de estos procedimientos.
La especialista considera que estas jornadas celebradas por la CCEV
facilitan el aprendizaje de los profesionales. En ellas, cree que pueden conocer también las tecnologías que se están desarrollando, pero que, sobre todo,
posibilita la conversación cara a cara entre compañeros de profesión, "Es lo que echábamos de menos durante todo el periodo de la pandemia. Aquí es donde verdaderamente contamos nuestros trucos, técnicas y los pros y contras de las cirugías que hacemos", concluye.
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