Los
virus son microorganismos que necesitan infectar células de otros organismos vivos para reproducirse. En este proceso, utilizan las células de estos organismos para modificar las suyas y, o bien integrarlas dentro de otros microorganismos, o bien hacer cambios que les permitan
mutar para salir de ese organismo y sobrevivir fuera de él. Y el del
Covid-19 no es una excepción. En la actualidad, son
multitud las variantes recombinantes que ya se han descubierto. Pero de todas ellas,
¿por qué la XE es la más peligrosa de todas ellas?
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto el foco en tres nuevas variantes, designadas como
XD, XF y XE, siendo esta última la más peligrosa. XD y XF son combinaciones de Delta y Ómicron. Mientras, XE es producto de la combinación de la variante original de
Ómicron (BA.1) y la subvariante dominante BA.2 (más conocida como Ómicron sigilosa o silenciosa). Es decir, XE deriva de la
combinación de Ómicron y Ómicron silenciosa.
XE, la variante más contagiosa de todas
Si hasta el momento la variante silenciosa era reconocida como
la de más rápida transmisión, la XE la supera en un 10 por ciento. De confirmarse esta hipótesis a la que apuntan las primeras investigaciones de la OMS, se puede confirmar que estamos en
la variante más contagiosa jamás registrada. Por este motivo, es la que más preocupa a las autoridades sanitarias. El primer día que se detectó en
Gran Bretaña se identificaron más de 600 secuencias. En
España, también
hay casos registrados, aunque todavía en niveles muy bajos.
Los principales síntomas de la variante covid XE son
fiebre, abundante mucosidad, tos, fatiga o cansancio generalizado y un fuerte dolor de cabeza. Sin embargo, también se han identificado otros síntomas menos comunes en las variantes anteriores relacionados con esta mutación, como puede ser la
irritación de garganta, molestias musculares, estornudos, lumbalgia, sudores nocturnos, náuseas e, incluso, en algunos casos mucho menos comunes,
pérdida de cabello y conjuntivitis.
Las
personas con más probabilidad de contagiarse, según afirma José Gómez Rial, del Hospital Clínico de Santiago de Compostela, son:
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Personas no vacunadas.
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Las que no han pasado todavía la enfermedad.
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Aquellas que tengan problemas de respuesta inmunitaria.
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Las que han pasado la enfermedad con alguna variante ‘no Ómicron’, como Alpha o Delta, dado el escape parcial a los anticuerpos generados tras las primeras infecciones.
Transmisibilidad y síntomas de ‘Deltacron’
Junto con XE, las otras estirpes recombinantes que han suscitado el interés de la sociedad son las denominadas
XD y XF. Las tres incluyen material de la cepa BA.1 (ómicron) y, en el caso de las variantes XD y XF, de la variante delta,
de ahí que se las conociera como ‘Deltacron’. La
capacidad de transmisión en el caso de la XD y XF
están en niveles similares entre sí, aunque sin llegar a los de XE. Sin embargo, la OMS ha prestado especial atención a la XD frente a XF.
XD se presentó al mundo el 3 de enero de 2022 y su hábitat principal es
Francia, pero también
Dinamarca y, en menor medida,
Países Bajos. Según la propia OMS,
no hay pruebas de que conlleve una mayor transmisibilidad o gravedad respecto a Ómicron.
XF fue detectada el 7 de enero y se concentra en Reino Unido. Sin embargo, puesto que estas dos variantes han sido detectadas con una cierta abundancia en los países mencionados,
es esperable que su prevalencia aumente ya que tienen un éxito reproductivo suficiente como para destacar.
Las investigaciones indican que estas variantes tendrían los síntomas más habituales de las cepas de Delta y Ómicron, como dolor de cabeza, de garganta, secreción nasal, tos, estornudos, febrícula, cansancio, fatiga, pulso elevado o dolor muscular. Algunos de ellos también lo son la pérdida del olfato y el gusto podrían llegar a ser dos o tres veces más habituales que en las variantes anteriormente detectadas. Estos síntomas son más evidentes y apareceren con más frecuencia que en la variante XE.
Las nuevas variantes BA.4 y BA.5, ¿motivo de preocupación?
La OMS ha alertado de la aparición de nuevas subvariantes de Ómicron.
Se trata de BA.4 y BA.5 y se extienden por Sudáfrica con mutaciones "adicionales" a la variante primaria. Ambas variantes fueron identificadas a principios de 2022. BA.4 fue identificada el pasado 10 de enero, mientras que BA.5 lo fue el 26 de febrero. En Sudáfrica, en unas pocas semanas, ya
supone en torno al 6 por ciento de los casos secuenciados en el país.
Sin embargo, las nuevas mutaciones de Ómicron también se han detectado en
Botsuana, Bélgica, Alemania, Dinamarca y Reino Unido. En
España, ya se han detectado más de una decena de casos. Además, tienen el riesgo de que se produzca
un escape inmunológico dadas sus “mutaciones adicionales”.
Las primeras indicaciones de las autoridades destacan que
estos sublinajes de Ómicron siguen en aumento por los casos confirmados de manera genómica en Sudáfrica, y que
no hay motivo de alarma por el momento debido a la relación entre el número de contagios, ingresos y fallecidos.
Los síntomas que producen la variante XE o las mutaciones BA.4 y BA.5 son muy similares a los que ya conocíamos por ómicron: febrícula, dolor de cabeza y de garganta, molestias musculares, fatiga, tos, mocos... Los sudores nocturnos, la lumbalgia o incluso las náuseas puede ser también algunos síntomas menos frecuentes.
Asimismo,
“hay descritas 17 recombinantes” XA, XB y XC, “son linajes previos que se originaron de la recombinación de la variante alfa y otros linajes, pero también otros linajes no asociados a variantes”, precisa también en
Sonia Vázquez-Morón, del Laboratorio de Referencia de Gripe y Virus Respiratorios del
Instituto de Salud Carlos III.
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