Una gerente de hospital, designada nueva ministra de Sanidad de Portugal

El Gobierno de Portugal desde Palacio de Belém ha anunciado este lunes que, a petición del primer ministro   Antonio Costa, el presidente de la República ha dado su visto bueno al nombramiento de la nueva ministra de Sanidad, Marta Temido.

El nombramiento de la gerente hospitalaria, natural de Coimbra, se une al de otros tres nuevos titulares de las carteras de Defensa, Economía  y Cultura.

Marta Temido, especialista en administración de hospitales, llega al cargo un año antes de las próximas elecciones legislativas en Portugal, y en vísperas de las negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado para 2019, que serán presentados en el Parlamento luso.

La nueva titular de la cartera sanitaria afronta un complicado trabajo, aunque sea solo por doce meses, pues debe negociar con los sindicatos sanitarios y frenar el descontento de los profesionales de la salud. Salarios y condiciones laborales son los principales retos a los que se enfrenta esta experta en la gestión que también deberá de mejorar el sistema público.

Con sus 44 años, la nueva ministra tiene una amplia trayectoria como gestora de centros hospitalarios, algo que había desgastado a su predecesor por las continuas crisis internas del sistema público de salud del país luso. Entre su experiencia, ha sido directora del Instituto de Medicina Tropical e Higiene dependiente de la Universidad de Lisboa y tiene un master en Dirección y Economía de la Salud de la Facultad de Economía de la Universidad de Coimbra.

Graduada en derecho, la experta se ha dirigido la Asociación de Hospitales de Gestores portugués y ha sido miembro de varios grupos de trabajo, como los relacionados con la atención sanitaria en su país como Salud en Portugal: un desafío para el futuro o La Plataforma Gulbenkian para un sistema de salud sostenible.

Con la mayor remodelación de un Gobierno acometida en Portugal en los últimos 17 años, Costa ha utilizado la crisis que salpicaba al Ministerio de Defensa y que debilitaba a su Gabinete para hacer una maniobra política que le refuerza en términos electorales y que le da apoyo de cara a unos presupuestos, negociado con la izquierda, que reconoce la antigüedad de los funcionarios del sector sanitario.