Una encuesta señala que el personal sanitario busca certificados médicos para aligerar sus tareas laborales

Un estudio dice que 1 de cada 10 sanitarios se 'escaquea' de tareas físicas
Una enfermera distribuye medicación en un hospital.


22 ene. 2017 14:50H
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POR LAURA DÍEZ
El problema de los trabajadores que remolonean de las tareas más complicadas siempre ha estado presente. En Italia, sin embargo, están llamando la atención sobre el aumento de aquellos que, mediante certificado médico logran evitar estas situaciones, que en la sanidad pública está alcanzando el 12 por ciento. 

Se trata de médicos, técnicos, auxiliares y, sobre todo, enfermeras. Según recoge el diario La Repubblica, son muchos los que cambian las noches, las salas de operación, los turnos estresantes o las rotaciones de camas por tareas detrás de un escritorio. Los datos de la Ragioneria Generale dello Stato alertan de que Roma duplica la media nacional, con la concentración más alta de 'exonerados' por prescripción médica. "Si a eso se le suman las vacaciones, permisos de parternidad o ausencias por enfermedad, el personal 'ausente' supone un 20 por ciento", explica el diario. 

Los datos señalan que el 12 por ciento de los empleados de la sanidad pública -cerca de 80.000 personas- ha reconocido alguna limitación para las funciones para las que fue contratado, con un 24 por ciento de trabajadores sociosanitarios seguido de un 15 por ciento de enfermeros. La mitad estos 80.000 tiene reconocida la incapacidad para levantar pacientes y no transportar carros demasiado pesados. Otro 13 por ciento no puede trabajar de pie y el 12 por ciento no hace noches. 

Se libran de levantar pacientes, llevar carros pesados, trabajar de pie o hacer noches 



El resto de limitaciones para estar exento recoge la exposición a los videoterminales, alergias, agentes químicos o biológicos, el contacto con los pacientes, hacer trabajos que producen estrés o el trabajo en ciertas unidades. 

Sin contacto con pacientes

Como ejemplo, el diario señala que en uno de los hospitales de la capital, de 2.800 enfermeras las exoneradas alcanzan las 500. "No se ausentan, se dedican a las casi 150 camas del hospital de día, a los servicios de farmacia hospitalaria o detrás de los escritorios, lejos del cabecero de los más de mil internos", señala La Repubblica. 

En un intento de solucionar la situación, en el contrato 1998-2001 solo se ofrecía promoción para los sanitarios en primera línea, aquellos que se quejan de que deben suplir las carencias de servicio que ocasionan los exonerados. Finalmente, tras la presión de poíticos y sindicatos se tuvo que dar marcha atrás. 

Diferencia con la privada

Con estos datos en la mano muchos se preguntan cuál es la solución para este crecimiento de la aligeración de funciones. En la administración pública los beneficiarios de esta licencia especial son 440.000, un 13,5 por ciento de todos los empleados, mientras que en el sector privado este porcentaje se reduce al 3,3 por ciento. El hecho de que el empleado privado no acceda tanto a estos beneficios por miedo a perder su puesto no explica la diferencia de porcentajes, según el rotativo. 

"Cierto, el trabajo de hospital puede generar problemas serios, y sin embargo es difícil establecer el porcentaje normal de los trabajadores 'no aptos', que en algunos casos superan el 25 por ciento. Pero en el sector privado es igualmente peligroso y no existe esta posibilidad", sentencian. 
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