María Márquez. Madrid
Javier Castrodeza, presidente del Ámbito de Negociación del SNS y director general de Ordenación Profesional del Ministerio, encomendaba a los sindicatos en la última reunión (3 de julio) que aportasen alegaciones al borrador del real decreto de categorías profesionales. Mientras que tres de ellos (CCOO, CSI•F y Satse) han consensuado su postura, UGT se desmarca como ‘el bando’ más crítico con el documento, y CESM se queda en una segunda línea apuntando que hay otras categorías profesionales más conflictivas que las médicas a la hora de la homogeneización estatal.
Pilar Navarro, secretaria del Sector de Salud, Servicios Sociosanitarios y Dependencia de la FSP-UGT. |
La citada propuesta sindical conjunta ya está en manos del Ministerio de Sanidad desde el pasado 16 de julio, 13 días después del último encuentro en el Paseo del Prado y que se repetirá el próximo 13 de agosto. Preguntada por Redacción Médica, Pilar Navarro, secretaria federal del Sector de Salud, Servicios Sociosanitarios y Dependencia de la Federación de UGT, califica el documento como “no correcto técnicamente, en fondo y forma”. Por ello, pide reconsiderar por completo el texto, una vez que se hayan especificado los datos autonómicos que pidieron en la última reunión y que, según Navarro, todavía no han recibido. Su inquietud se basa en la disparidad de categorías profesionales que existen en el territorio nacional (no coincidentes en muchos casos) y lo destaca en base a “los conflictos” que pueden producirse una vez que se convoquen concursos de movilidad. “Según la autonomía habrá especialidades que tengan más beneficios que otras para obtener plaza”, explica. Y cita el ejemplo andaluz: aunque existe el médico de Medicina de Familia y Comunitaria, de Urgencias y Emergencias, y de Castástrofes, estos profesionales pueden optar a la plaza de médico de Familia. Esta realidad la traslada a otras categorías no sanitarias, como los celadores.
La secretaria federal de UGT hace también hincapié en las integraciones de personal porque si bien cada autonomía “tiene la potestad” para determinar este proceso, es un aspecto que no está lo suficientemente calibrado, en opinión de Navarro, en esta propuesta ministerial de homogeneización (que supondrá pasar de 3.000 categorías al centenar que propone el Ministerio). También recuerda otros aspectos que repercutirán, como las especialidades de Enfermería por desarrollar o “las futuras definiciones de la troncalidad”. Por todo ello, desde UGT muestran su escepticismo hacia la materialización de “una negociación real sobre este asunto, porque si así fuese, haría falta más negociación”. Lo dice por la celeridad con la que, al parecer, quiere tramitar el Ministerio este borrador, tal y como había informado Redacción Médica. “No nos basta con modificar ciertas partes del texto”, concluye Navarro.
CESM velará porque se cumpla la movilidad profesional
Tomás Toranzo, vicesecretario de CESM. |
Por su parte, desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), su vicesecretario general, Tomás Toranzo, señala que aunque “no han recibido a día de hoy ninguna propuesta para sumarnos a alegaciones conjuntas”, su principal objetivo es que “se garantice la movilidad del profesional” y que “se respete el Estatuto Marco” a la hora de plantear nuevas categorías profesionales.
Toranzo admite compartir “criterios más o menos parecidos” con el resto de organizaciones sindicales aunque apunta que el colectivo médico es el que quizás cuente con un mayor grado de homogeneización actual, y es en otras categorías sanitarias (a las que obviamente no representan) donde previsiblemente se observarán más conflictos.